martes, 24 de abril de 2018

Blas

Con ese poeta los años establecieron para mí una relación de dolor incomparable.
Nos llaman ya. Hace tiempo, en realidad. "Aquí no se salva ni Dios, lo asesinaron." Hasta ahora cumplen su tarea poco a poco. Mañana, que empieza diez minutos después de terminar esta nota, se solazarán. 
Pinto una cruz donde más fácil sea para su trabajo.
Nuevamente: aborrezco cuanto en mí suene a poesía.