Qué solemne me pongo y sabiondo, y auguro, y así remedo a la profusa colección de opinadores profesionales paridos por nuestra "transición a la democracia" y que mañana lustarán zapatos, confío, para tener un oficio como se debe y no parasitarnos más -con encuestadores, otros mercadólogos políticos y funcionarios de partido y asesores en el Congreso y congresistas (800 hoy y contando, si nos descuidamos).
Seriesísimo ese yo que a ratos quiere sumarse también a los cronistas, segunda peste transicional, o al perdiodismo rascuache o la comunicología -si tal existe y sino su anónima hermana- o la academia de historia, tan sin embargo (giro lingüistico ((jeje)) barriero) en Mexilandia.
-Cuando inauguren el país les va a quedar re bonito -decía hace medio siglo un carnal.
-Ese tema lo tienes muy sobado. Y apura, que sino no llegamos... ¿cómo dices que se llama eso que no es el paleolítico?
-Espera, veo el tumbaburros audiovisual de donde saqué esa estupenda exposición.
SIGUE