jueves, 13 de febrero de 2020

Eplicándole al abuelo con lo que no sé o Hanzel y Gretel o ¿Se acaba el tiempo?

-¿Qué haces?
-¿No ves?
-¿Maletas de nuevo?
-Para siempre. Este país no da.
-¿Y entonces?
-Seguimos en lo nuestro pero lejos, lejos, donde ni pueda acordarme. Bien dijo don Ciro.

¿Con el mural sobre la muerte de Jacinto Canek empiezo por un lugar común para nosotros y no en sí, desde luego?
Estoy exhausto, abuelo, y es solo de pensar lo que se tendría qué hacer para un mínimo entendimiento.
Había mal leído el Popol Vuh varias veces, a saltos. Intento nuevamente y comprendo apenas lo básico pues resume la cosmovisión que conservó una cultura ancestral tras su desastre. ¿Quién me lo traducirá? ¿Miguel Ángel Asturias, hoy olvidado, por inconcebible que parezca?
¿Lo necesito? Para no usarlo. Peco ya con referirme a él.
Hecatombe tras hecatombe van los pueblos indígenas. ¿Ese cacareado Tren representa otra? ¿Salvará a la 4T? ¿México puede redimirse? La gente ha de vivir, como sea, sé por mi vecino, con quien estuve platicando. Le va bien y no deja escapar cincuenta centavos. Explíqueme el motivo, iba a pedirle. Es tan gentil conmigo. Hace treinta años sin duda no pensaba así. Trabajador "administrativo" universitario tenía con lo cotidiano. Formó al ahí te va a los hijos y ahora presume de ayudarlos. Muy mexican neoliberal people la cosa.

-"Aquí recogeremos la declaración, la manifestación, la aclaración de lo que estaba escondido, de lo que fue iluminado...", dice a su inicio el Popol Vuh, me parece, abuelo.
-Vuelta a los creo, tengo entendido, según sé. ¡Basta!
-Es que así es. Por ejemplo, estaba seguro que tzulus les decía el pueblo maya peninsular a los extranjeros. Y ahora leo que es una palabra mexica. La significación no cambiaría, supongo... 
-Y dale.
-"Extranjeros" o "demonios" viene a resultar lo mismo, dadas esas circunstancias.
-¿Cuáles? 
-La Conquista y la Guerra de Castas, designación sin contenido preciso esta última, porque así se llamaba a todo levantamiento indígena y no solo al grito mayor, allí, en Yucatán-Quintana Roo, digamos, años ¡1847-1901!
-¿A qué tu asombro?
-Medio siglo, te parece poco.
-El mural...
-Canek murió hacia mediados del setecientos y no confundas tampoco al Libro de la Comunidad, escrito antes y por quichés. 
-No comprendo nada.
-¿Y yo sí? Ve mis apuntes sobre el dichoso Tren. O respecto a cuanto sea hoy en esto nombrado México. Vuelvo siempre a lo mismo: una crónica no se escribe sino mirando cara a cara los hechos. ¿A cien, simultáneamente? Y veme: sin salir de casa. 
-Has puesto "Hanzel y Gretel".
-Otra mala aproximación. Por las pequeñas señales dejadas en el camino.
-Debieron ser piedras.
-Ajá, o marcas sobre los árboles y adios cuento, jeje.
-¿Y lo de que se acaba el tiempo?
-Explícamelo tú.
-¿A Obrador, al país, a nosotros?
-Calla, profesor Morfema.
-¿Cómo?     
-Ahora bromeas.
-¿Puedo hacer algo mejor?
Silencio.
-Va esto con un comentario: las claves están, quizás, en lo que dice al final Luis Hernández.
-"Quizás."
-Cuando mucho. 
-Esas ojeras tuyas. 
-¿No percibes el olor a muerto?
-Quita pallá.
-Y todavía apretaré en "publicar". 
-Comparte a la diosa, al menos.
-0-
El abuelo y yo hicimos, pues, las maletas, para no volver jamás. Nuestra Red de agujeros va en mi interior. Quédense con su pinche Suave patria, jeje.