viernes, 14 de febrero de 2020

Dos partos o De la ignorancia que ha de sublimarse

-¿Que es eso de sublimar la ignorancia?
-Convertirla en algo útil, supongo, abuelo.
-¿Yes bobu o faiste?
-Ambas cosas, asturiano del común, tú, que no crees saber bable.
-Traducción simultánea, plis.
-¡Coño, Belarmo, hasta inglés farfullas! ¡Ay! -la interjección no necesita más aclaraciones, ¿verdad?
Mi mentor y yo, ávidos de conocimiento, leímos aquí y allá hasta patidifusearnos. Bastó Humberto Eco y Asociados para que aquél soltara un Tiro el arpa y ya no toco.
Cómico de la legua, como se decía antes, o Tintán siglo XXI. Solo eso me queda hacerme si quiero transmitir mis escasas informaciones -al abuelo respetémoslo-. De algo servirá, confío. 
Vayan a las fuentes, por favor.

"Este libro es el primer libro pintado antaño”, dice el Popol-Vuh proponiéndose como origen. ¿De qué?, podríamos preguntarnos, si según las fuentes los quiches aparecieron en lo que llaman siglo sexto a.c. y se hicieron ancestros el XIII d.c, cuando llegaron quienes habían sido Golfo maya, digamos, y entonces y a su modo llevaban tras sí a toda Mesoamérica antigua. 
Seguramente memorizado, aseguran, y por ello prodigioso, volvió a convertirse en palabra escrita una vez que llegó el nuevo cataclismo, para rehacer a aquella gente. Durante los años mil quinientos tempranos, pues. 
En consecuencia, sus personajes mitológicos, casi infinitos, extraordinarios... Aguarden, traigo no un buen ejemplo al respecto, sino... Es absurdo explicarles lo que no entiendo como se debe o en absoluto. Esto es de la segunda creación, me parece: "ahora sufriréis los huesos de nuestras bocas, os comeremos": [así] les dijeron sus perros, mostrando "sus rostros. Y he aquí que a su vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: "Daño, dolor, nos hicisteis, carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces, poniéndonos siempre ante el fuego (…) No había, pues, más que una luz confusa en la superficie de la tierra, no había sol."
Años 1540, quedamos. Había pasado ya el diablo que en Tenochtiltlán conocieron bien y al cual le sé hasta como cagaba -atrévete a desmentirme, Pedro de Alvarado, pobre diablo cuyos únicos méritos son el don de embarullar las cosas y tu mano sin temblores cuando asesinas lo mismo indígenas que castellanos, creyéndote Clarían u otro estúpido por el estilo y no siquiera héroe a la
altura de los bestiarios medievales.
Volver a ser, resulta el ruego-mandato quiché, en caso de no equivocarme. 
Entretanto, al oriente próximo florecen desquiciados muy distintos al extemeño conquistaror. Los Fugger, pongamos, que gracias a Carlos V intervendrán en la conquista americana y sin ensuciarse más que lo usual para su casta, Clemente VII mediante, secuela del Papa Borgia, ni más ni menos, cuyo hermano Juan se dedicó a las finanzas, como aquéllos.
-0-
"su semilla de girasol sea tierra de muerto en las entrañas de sus mujeres y sus hijas y que sus descendientes y los espineros se abracen"
Ahora estamos con Miguel Ángel Asturias y sus Hombres de maíz
"Mudo de escondite el Gaspar Ilom con la escopeta bien cargada de semillita de oscurana, mortal, el machete desnudo al cinto,  el tecomate  con aguardiente, un paño con tabaco,  cjile,  sal y totoposte,  dos hojitas de laurel pegadas con saliva a los sentidos sustosos,  un vidrio con aceite de almendras y una cajita con pomada de leon. Grande era su fuerza, grande era su danza."   
Apelo a la genial novela porque nos acerca en términos modernos al Popol-Vuh.
-0-
Jacoco Fugger. Ese es el hombre, quien mejor ejemplifica lo que pretendo contar al otro costado del Atlántico. 
Nuestro tumbaburros virtual se volvió muy confiable y cuando buscaba artesanalmente la historía del capital financiero en nacimiento gracias el Nuevo Mundo, me asomé allí. Consúltenlo pues es impecable: https://es.wikipedia.org/wiki/Jakob_Fugger.
De hecho, este Maldito está relacionado a su vez con las conquistas europeas en India y Turquía y así sirve a nuestras otras pesquizas.
También ahora una gran novela nos sacaría de apuros y no encuentro. Relataría cuán sabio fue unir las coronas de Castilla y Aragón en el momento. Como protagonista central tendríamos a Jacobo Fugger financiando a los portugueses para la empresa ultramarina que rodeo África y luego a Carlitos V, ese del imperio donde no se pone el sol castrado. 
-Capitalismo, ahí tienes tus sólidas bases -diría ufano el ¿augsburgués? (¿llámanse así?). -América, sobre todo, saciará de sobra los apetitos de quienes irán haciéndote. 

SIGUE