¿La sociedad se narraba intentando normarse? La Odisea, siglo VII ac. Los grupos humanos llevan diez mil años errando, encuentran asiento, su desarrollo es cada vez más rápido, aprenden a escribir. Deberíamos buscar primero en Medio Oriente, luego quizá en China y no hay tiempo
-Deten la clase.
-¿Y ahora qué, Belarmo y asociados?
Me caen papeles hechos bola desde los cuatro puntos del salón.
-Si siguen jodiéndome...
-¿Vas a expulsarnos?
Así es imposible, el maestro lerdo y ellos gentuza.
-Por cierto, cuándo nos explicas tu marcha.
-No, yo no participé en esas andanzas.
-Hazte buey.
-Give me a breath.
-Las cuentas claras...
-No chinguén, queda un mes. Dejen que lo intente. Iba a usar a Edipo como ejemplo. Su mito, pues. Esperen, encuentro algo para que aprendan por sí mismos -yo moriré, en efecto, Idiota.
-¡Un blog!
¿Qué universidad da los mejores cursos sobre estas cosas, carajo, para mandarlos allí o directo a la mierda?
-El tema de veras es fundamental.
Fueron Corte, hoy tienen un comportamiento ejemplar conmigo.
-Nos dejas.
-No lloriqueen, si apenas me hacen caso.
-¿Adónde te vas, por fin?
-Quedamos en olvidar el asunto. ¿Me dejan continuar?
No les queda otra.
SIGUE.
El niño soviético cruzando a solas
las líneas enemigas realmente existió.
Ivan al menos pudo. Este pequeño de Yemen... Vivir es una ofensa, luego de contemplarlo.Explicaciones, ¿las hay?
Edipo y las maldiciones, pues. Primero dicho por Homero entre otros muchos míticos personajes y evolucionando durante tres siglos hasta Sófocles, para quien resulta obsesivo. En consecuencia, su civilización confirmó que el tema es central, por sí y cómo se trata.
Falta mayor para una sociedad a la cual le cabe perfectamente lo que resume "La familia, la propiedad privada y el Estado". Sino hubiera relaciones monogámicas y así hijos e hijas pertenecieran al colectivo, no existiría tal pecado. Todo se individualizó y jerarquizó. Más allá, el espíritu de sanación, ¿traído no por un íntimo rechazo sino como respeto al orden supremo?
Madre estaba ya al costado de Padre, rigiendo ambos las alturas.