Así, entonces, primero Lenin Moreno y el paquetazo, luego Chile hasta que la protesta se desgaste sin salida y salga impoluta su joya colonial, y después Bolivia, Lula liberado asombrosamente para al iniciarse una nueva promesa acabar con todo, Colombia en frágil asomo...
¿Herido de muerte el imperio nos arrastrará al infierno? ¿O en verdad y gracias a la emergencia indígena y feminista estamos cara a cara con don Patriarcado, civilizatorio maldito mayor?
Ah, teoría de la conspiración obrando a un lado y otro, jeje.
Y no tan jeje:
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Un golpe de Estado más o menos atípico y el pueblo que resiste obligando a elecciones cuya evolución está en veremos. Eso es Bolivia ahora.
Hay distintos ángulos desde los cuales mirar. Aquí el mejor periodistico, conforme e mi conocimiento, en tres cápsulas forzamente un tanto repetitivas.
No encuentro uno representativo de la izquierda latinoaméricana moderada y multifacética que aglutina al Grupo Puebla y fue gobierno en Ecuador, Argentina y Uruguay e incluye a nuestra 4T, hasta ayer sin compromiso con el proceso regional.
Quisiera escuchar a Buenaventura de Souza teorizando al respecto y no hay señales suyas, quizá porque su compromiso militante tiene límites y a los setenta y ocho años no le viene bien andar entre bloqueos y fuerzas públicas disparando. (A cambio escribe sobre Chile y Ecuador: "Las democracias pueden morir democráticamente").
Rita Segato ha sido gran decepción, cuando tenía una inmejorable oportunidad para descubrirnos el fondo del feminismo indígena -quizá no pudo y por ello esa desafortunadísima intervención que también registré.
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No recuerdo si subí la siguiente entrevista, elocuente sobre los desencuentros entre sólidos marxistas y primaveras hemisféricas.
