jueves, 7 de noviembre de 2019

"Las democracias pueden morir democráticamente"

Ese título sale de declaraciones hechas por Buevantura de Souza sobre Chile hoy. El artículo completo está en http://www.facso.uchile.cl/noticias/158947/chile-y-la-politizacion-de-la-demanda-social.
"Presenciamos el llamado a romper una política ensimismada. Una que desconoce el conflicto, y que ha insistido, de la mano del proyecto neoliberal, con despolitizar los temas sociales; mirarlos desde arriba. La crisis de la democracia representativa y de legitimidad de la política establecida es ya un diagnóstico viejo; incluso repetido y utilizado en los discursos de la clase política que reproduce dicha crisis. Pero parece que su conocimiento no ha dado paso a que la política chilena abra las trincheras en las que se ha encerrado. De hecho, a pesar de los desarrollos normativos en la materia de participación ciudadana en el país con leyes como la 10.500, el informe presentado por el Consejo Nacional de Participación Ciudadana chileno en 2017 señala que ésta es débil y poco responde a la diversidad de las dinámicas de acción colectiva que se producen en los territorios. Lastimosamente, es percibida por muchos como una participación utilitarista y consultiva que deja aún más frustraciones en las personas y grupos que demandan ser escuchados. Voces que se archivan como sucedió con el proceso de constitucional adelantado en el gobierno de Bachelet."
Dos semanas antes Buenaventura escribió sobre Ecuador: 
"La presidencia de la República la ocupaba Rafael Correa, un gran comunicador, sin gran arraigo en los movimientos sociales, con un discurso antimperialista, siempre polémico en sus posiciones y poco tolerante con las divergencias en su propio campo político. A pesar de ello, realizó un trabajo notable de renegociación de la deuda externa y de redistribución social, aunque erróneo y tal vez insostenible por dos razones principales. Por un lado, tenía dificultades para reconocer en los pueblos indígenas algo más que gente pobre; sus derechos colectivos, su cultura y su historia apenas contaban; la redistribución social implicaba centralismo de Estado y la liquidación de las autonomías territoriales del autogobierno indígena, garantizadas al menos desde la Constitución de 1998; pronto trabajó duro por demonizar a los líderes indígenas. Por otro lado, en contra de la Constitución e invocando dificultades financieras, adoptó el modelo de desarrollo capitalista neoextractivista (centrado en la extracción de recursos naturales, especialmente petróleo), aunque dando preferencia a los inversores chinos en detrimento de los inversores norteamericanos tradicionalmente presentes. En los últimos años, Correa fue abandonado por una buena parte de la izquierda ecuatoriana, no solo por su desarrollismo, sino por su virulencia contra los líderes indígenas. Yo mismo fui crítico con Correa, pero nunca compartí los excesos de cierta izquierda, ungida por la izquierda ecologista europea, que llegó a considerar a Correa como un líder autoritario de extrema derecha. Hoy deben estar experimentando un baño de realidad sobre lo que verdaderamente es la extrema derecha en Ecuador y en todo el subcontinente.
(...)
"Tras doce días de lucha, Moreno cedió (...) A dos años del fin de su mandato, Moreno sabe que esta cesión es una derrota personal que le saldrá cara en un futuro próximo. Todos recordarán la arrogancia de su propósito inicial de llevar la austeridad adelante a cualquier precio. Este discurso se dirigía al FMI y no al pueblo ecuatoriano. El nuevo discurso, con un toque patético y supuestamente conmovido, es un discurso dirigido al pueblo ecuatoriano y es poco más que un discurso de rendición. De hecho, la principal derrota no es la de Lenín Moreno, sino la del FMI y sus políticas de austeridad. Las últimas maniobras se abortaron, como se dice en la jerga militar. Tal y como se abortaron en Argentina. Y otros países seguirán. Las dificultades del FMI reflejan el declive del neoliberalismo en esta segunda década del siglo.
"Los antecedentes de Moreno, ahora más expuestos, hacen que el pueblo ecuatoriano no se desarme en la nueva fase de lucha. Con su lucha, están dando una lección al mundo: el poder injusto, por fuerte que sea, siempre tiene un punto vulnerable, su injusticia y la resistencia pacífica y organizada contra ella."
El tema, estimado gurú, es la posible vinculación entre las revueltas chilena y ecuatoriana, más allá del FMI derrotado. Si la hay. Y el camino de cada una. 
En 2008 escribió Conocer desde el Sur. Para una cultura política emancipatoria (https://journals.openedition.org/polis/2990) ¿Sirve ahora para el subcontinente? Como referencia, creo. La respuesta la darán territorialmente chilenos, ecuatorianos, bolivianos, ¿argentinos y uruguayos también?, y Brasil esperará por ella. 
México, sabe usted... 
"Cada esquina, una barricada, se alzan por toda la ciudad, diario, diario, diario por los últimos 20 días. Las calles arden, el gobierno de Piñera se cae a pedazos", tuitea una joven chilena. Y una radio digital: "El pueblo chileno está harto de la BRUTAL REPRESIÓN, al parecer está tomando la ofensiva, ES HORA DE ACTUAR por dignidad", Su video muestras un asalto ciudadano a las fuerzas públicas (https://twitter.com/RalitoDigital/status/1192121818439655424). La consigna señala un avance puntual: #FueraMarioRozas.