Ese título sale de declaraciones hechas por Buevantura de Souza sobre Chile hoy. El artículo completo está en http://www.facso.uchile.cl/noticias/158947/chile-y-la-politizacion-de-la-demanda-social.
"Presenciamos el llamado a romper una política ensimismada. Una que
desconoce el conflicto, y que ha insistido, de la mano del proyecto
neoliberal, con despolitizar los temas sociales; mirarlos desde arriba.
La crisis de la democracia representativa y de legitimidad de la
política establecida es ya un diagnóstico viejo; incluso repetido y
utilizado en los discursos de la clase política que reproduce dicha
crisis. Pero parece que su conocimiento no ha dado paso a que la
política chilena abra las trincheras en las que se ha encerrado. De
hecho, a pesar de los desarrollos normativos en la materia de
participación ciudadana en el país con leyes como la 10.500, el informe
presentado por el Consejo Nacional de Participación Ciudadana chileno en
2017 señala que ésta es débil y poco responde a la diversidad de las
dinámicas de acción colectiva que se producen en los territorios.
Lastimosamente, es percibida por muchos como una participación
utilitarista y consultiva que deja aún más frustraciones en las personas
y grupos que demandan ser escuchados. Voces que se archivan como
sucedió con el proceso de constitucional adelantado en el gobierno de
Bachelet."
Dos semanas antes Buenaventura escribió sobre Ecuador:
"La presidencia de la República la ocupaba Rafael Correa, un gran
comunicador, sin gran arraigo en los movimientos sociales, con un
discurso antimperialista, siempre polémico en sus posiciones y poco
tolerante con las divergencias en su propio campo político. A pesar de
ello, realizó un trabajo notable de renegociación de la deuda externa y
de redistribución social, aunque erróneo y tal vez insostenible por dos
razones principales. Por un lado, tenía dificultades para reconocer en
los pueblos indígenas algo más que gente pobre; sus derechos colectivos,
su cultura y su historia apenas contaban; la redistribución social
implicaba centralismo de Estado y la liquidación de las autonomías
territoriales del autogobierno indígena, garantizadas al menos desde la
Constitución de 1998; pronto trabajó duro por demonizar a los líderes
indígenas. Por otro lado, en contra de la Constitución e invocando
dificultades financieras, adoptó el modelo de desarrollo capitalista
neoextractivista (centrado en la extracción de recursos naturales,
especialmente petróleo), aunque dando preferencia a los inversores
chinos en detrimento de los inversores norteamericanos tradicionalmente
presentes. En los últimos años, Correa fue abandonado por una buena
parte de la izquierda ecuatoriana, no solo por su desarrollismo, sino
por su virulencia contra los líderes indígenas. Yo mismo fui crítico con
Correa, pero nunca compartí los excesos de cierta izquierda, ungida por
la izquierda ecologista europea, que llegó a considerar a Correa como
un líder autoritario de extrema derecha. Hoy deben estar experimentando
un baño de realidad sobre lo que verdaderamente es la extrema derecha en
Ecuador y en todo el subcontinente.
(...)
"Tras doce días de lucha, Moreno cedió (...) A dos años del fin de su mandato, Moreno sabe que esta cesión es una
derrota personal que le saldrá cara en un futuro próximo. Todos
recordarán la arrogancia de su propósito inicial de llevar la austeridad
adelante a cualquier precio. Este discurso se dirigía al FMI y no al
pueblo ecuatoriano. El nuevo discurso, con un toque patético y
supuestamente conmovido, es un discurso dirigido al pueblo ecuatoriano y
es poco más que un discurso de rendición. De hecho, la principal
derrota no es la de Lenín Moreno, sino la del FMI y sus políticas de
austeridad. Las últimas maniobras se abortaron, como se dice en la jerga
militar. Tal y como se abortaron en Argentina. Y otros países seguirán.
Las dificultades del FMI reflejan el declive del neoliberalismo en esta
segunda década del siglo.
"Los antecedentes de Moreno, ahora más expuestos, hacen que el pueblo
ecuatoriano no se desarme en la nueva fase de lucha. Con su lucha, están
dando una lección al mundo: el poder injusto, por fuerte que sea,
siempre tiene un punto vulnerable, su injusticia y la resistencia
pacífica y organizada contra ella."
El tema, estimado gurú, es la posible vinculación entre las revueltas chilena y ecuatoriana, más allá del FMI derrotado. Si la hay. Y el camino de cada una.
En 2008 escribió Conocer desde el Sur. Para una cultura política emancipatoria (https://journals.openedition.org/polis/2990) ¿Sirve ahora para el subcontinente? Como referencia, creo. La respuesta la darán territorialmente chilenos, ecuatorianos, bolivianos, ¿argentinos y uruguayos también?, y Brasil esperará por ella.
México, sabe usted...
"Cada esquina, una barricada, se alzan por toda la ciudad, diario, diario, diario por los últimos 20 días. Las calles arden, el gobierno de Piñera se cae a pedazos", tuitea una joven chilena. Y una radio digital: "El pueblo chileno está harto de la BRUTAL REPRESIÓN, al parecer está tomando la ofensiva, ES HORA DE ACTUAR por dignidad", Su video muestras un asalto ciudadano a las fuerzas públicas (https://twitter.com/RalitoDigital/status/1192121818439655424). La consigna señala un avance puntual: #FueraMarioRozas.