sábado, 28 de septiembre de 2019

La "4ta Transición" y Oficios II

Un opinólogo ingenioso llamó 4ta Transición a la que dirige AMLO. 
-Término exacto -pensé-, cuyo reflejo representan fielmente usted y los demás en ese panel desalíñado y presuntuoso donde participa. Escuchándolos extraño hasta el programa dominical de expertos Telerisa. 
Luego vi otras dos mesas, muy buenas. Una con los equivalentes formados en la mejor izquierda y el segundo con periodistas críticos y puntuales. Probaban cuán difícil tarea tiene Obrador enfrentándose al poder que construyeron treinta años de enredosos pasillos, y lo animaban aunque no coinciden con él. 
-Es imposible desmantelar tal urdimbre sino hay una real tranformación -creen sin decirlo esta noche. 
Lo hacen rindiéndosele al presidente, insisto para dimensionar la situación del país.
A la mañana siguiente acompaño en una charla a nuestra periodista predilecta -niéguenlo, hermanitas y hermanitos-. Antes me cuenta brevemente cómo anda su vida laboral y recuerdo la mía cuando tenía su edad. Se ocupa de varios oficios.
Nos sentamos ante el corto auditorio que la 4T local nos allegó, formado quizás por casi solo trabajadores ¿alcaldesales?, debe llamárseles, en razón del curioso estatus capitalino, pues nuestra división administrativa no tiene ya Delegaciones y no alcanza todavía a los municipios -sobre la cuestión, AMLO, pasas sin ver y es gruesa herencia priista, tanto como esa señalada aquí tercamente y que se le relaciona.
No debería estar con Predilecta, a quien invité porque conozco el asunto de manera lateral, y soy recibido con cohetes y trompetas, mientras la minizan a ella. 
Habla de desaparecidos forzosados, cuestión que conoce por experiencia propia, y conforme avanza me sorprende, si bien sé cuán a fondo investigó la Noche de Iguala. Ha seguido el caso con visitas a las víctimas, padres, madres y compañeros, más allá de lo que el periodismo la obliga. 
-¿Sabes?, entiendo porqué te dedicas a otras cosas, renunciando a la planta en un periódico -le digo sin palabras.
Comprende que retrasado está el nuevo gobierno respecto a sus expectativas sobre Ayotzinapa, pero avala lo hecho. Cuando me toque echar la arenga que promete mi revolución mundial, aclarará para los oyentes:
-Demasiado optimista B. -Y agregará con su fe no menor. -Estoy convencida de que en algún momento los culpables serán castigados. 
-Predi -pienso mirándola. -¿Qué te metiste? 
Delirantes ambos, por oficio.
Este apunte toca dos temas. Respecto a la Transición y no Transformación falta sumar lo que aporta mi práctica. En cuanto a los oficios organicemos las insinuaciones. 
No introduzco algo nuevo al señalar trabajos socialmente utiles que no se pagan. Hace ciento diecinueve años Los grandes problemas nacionales mostró que las
mexicanas empleaban ¡el ochenta por ciento de su jornada echando tortillas!, alimento familiar base. En los mil novecientos setentas sindicatos europeos probaron: valorando monetariamente las tareas hogareñas no retribuidas, incluyendo abuelos e hijos menores, encontramos un PIB multiplicado por dos -aquéllas, pues, equivaldrían al que suele estimarse. 
La 4T se propone gobernar a través de instrumentos informales, dije a ustedes. Uno es el sistema para becarios, que tiene varios renglones, según creo, pues no encuentro información puntual. Lo más visible se dirige a una porción de los jóvenes -entre dieciocho y veintinueve años- que no estudian ni trabajan: dos millones y medio, del total formado por cinco y medio millones. Otras -¿o me confundo considerando su monto superior?- están otorgándose a promotores culturales. Están además los apoyos a adultos mayores, que en nuestra ciudad se dan a ochocientas cincuenta mil personas (les toca buscar, nietos: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/28096/Adultos_mayores.pdf).
Representan poco en términos monetarios: dos  mil cuatrocientos pesos para estudios universitarios y tercera edad y tres mil seiscientos si se recibe capacitación en un centro de trabajo.
Falta el Programa Sembrando Vida, destinado a
"sujetos agrarios, mayores de edad (...) con ingreso inferior a la línea de bienestar rural". 
O sea, asistencialismo puro, personal, y no subvenciones comunitarias, que creen infraestructura o alienten proyectos productivos sino por vía indirecta. Aquélla se construirá empleando recursos distintos, respondería Obrador, de preguntarle, y quitando sus muy controvertibles Trenes no distingo más planes en ese sentido.
No hay mala fe, juro, recordando declaraciones empresariales como esta del Banco Bilbao Vizcaya en México: "Educación y apoyo social, la gran apuesta por un país sostenible".
En todo caso, tengo hermanitas que gracias a las becas propias o familiares sienten un respiro -mis amigas padecen, a cambio, pues tras largos años de experiencia les trocaron por ellas sus puestos de estructura-. Así parecería compensarse el trabajo no remunerado... sin concierto alguno.
Para muestra del caos transicional va también el botón yo con esta nota que aún falta rematar. Basta con: ¿Quién pagará mis ojos admirados? (Sí, estoy más que retribuido, no se sulfuren, pero -adjurada conjunción, hagamos las paces- necesitaba una frase acorde con mi papel.) 

PD
-En el sector público los curriculums desaparecieron -dije a Moni. -Lo pasado, pasado. A futuro debemos hacer empresas sociales, es la gran noticia. En presente, que dio nos coja confesados. Sobreviven quienes se enchufaron a tiempo... antes de devorarse entre sí.

PD 2 o recordatorio
Hermano, tienes abandonado el otro viaje final, hacia los inmemoriales tiempos, y tu abuelo está que arde, esperando.