sábado, 28 de septiembre de 2019

La "4ta Transición" y Oficios II

Un opinólogo ingenioso llamó 4ta Transición a la que dirige AMLO. 
-Término exacto -pensé-, cuyo reflejo representan fielmente usted y los demás en ese panel desalíñado y presuntuoso donde participa. Escuchándolos extraño hasta el programa dominical de expertos Telerisa. 
Luego vi otras dos mesas, muy buenas. Una con los equivalentes formados en la mejor izquierda y el segundo con periodistas críticos y puntuales. Probaban cuán difícil tarea tiene Obrador enfrentándose al poder que construyeron treinta años de enredosos pasillos, y lo animaban aunque no coinciden con él. 
-Es imposible desmantelar tal urdimbre sino hay una real tranformación -creen sin decirlo esta noche. 
Lo hacen rindiéndosele al presidente, insisto para dimensionar la situación del país.
A la mañana siguiente acompaño en una charla a nuestra periodista predilecta -niéguenlo, hermanitas y hermanitos-. Antes me cuenta brevemente cómo anda su vida laboral y recuerdo la mía cuando tenía su edad. Se ocupa de varios oficios.
Nos sentamos ante el corto auditorio que la 4T local nos allegó, formado quizás por casi solo trabajadores ¿alcaldesales?, debe llamárseles, en razón del curioso estatus capitalino, pues nuestra división administrativa no tiene ya Delegaciones y no alcanza todavía a los municipios -sobre la cuestión, AMLO, pasas sin ver y es gruesa herencia priista, tanto como esa señalada aquí tercamente y que se le relaciona.
No debería estar con Predilecta, a quien invité porque conozco el asunto de manera lateral, y soy recibido con cohetes y trompetas, mientras la minizan a ella. 
Habla de desaparecidos forzosados, cuestión que conoce por experiencia propia, y conforme avanza me sorprende, si bien sé cuán a fondo investigó la Noche de Iguala. Ha seguido el caso con visitas a las víctimas, padres, madres y compañeros, más allá de lo que el periodismo la obliga. 
-¿Sabes?, entiendo porqué te dedicas a otras cosas, renunciando a la planta en un periódico -le digo sin palabras.
Comprende que retrasado está el nuevo gobierno respecto a sus expectativas sobre Ayotzinapa, pero avala lo hecho. Cuando me toque echar la arenga que promete mi revolución mundial, aclarará para los oyentes:
-Demasiado optimista B. -Y agregará con su fe no menor. -Estoy convencida de que en algún momento los culpables serán castigados. 
-Predi -pienso mirándola. -¿Qué te metiste? 
Delirantes ambos, por oficio.
Este apunte toca dos temas. Respecto a la Transición y no Transformación falta sumar lo que aporta mi práctica. En cuanto a los oficios organicemos las insinuaciones. 
No introduzco algo nuevo al señalar trabajos socialmente utiles que no se pagan. Hace ciento diecinueve años Los grandes problemas nacionales mostró que las
mexicanas empleaban ¡el ochenta por ciento de su jornada echando tortillas!, alimento familiar base. En los mil novecientos setentas sindicatos europeos probaron: valorando monetariamente las tareas hogareñas no retribuidas, incluyendo abuelos e hijos menores, encontramos un PIB multiplicado por dos -aquéllas, pues, equivaldrían al que suele estimarse. 
La 4T se propone gobernar a través de instrumentos informales, dije a ustedes. Uno es el sistema para becarios, que tiene varios renglones, según creo, pues no encuentro información puntual. Lo más visible se dirige a una porción de los jóvenes -entre dieciocho y veintinueve años- que no estudian ni trabajan: dos millones y medio, del total formado por cinco y medio millones. Otras -¿o me confundo considerando su monto superior?- están otorgándose a promotores culturales. Están además los apoyos a adultos mayores, que en nuestra ciudad se dan a ochocientas cincuenta mil personas (les toca buscar, nietos: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/28096/Adultos_mayores.pdf).
Representan poco en términos monetarios: dos  mil cuatrocientos pesos para estudios universitarios y tercera edad y tres mil seiscientos si se recibe capacitación en un centro de trabajo.
Falta el Programa Sembrando Vida, destinado a
"sujetos agrarios, mayores de edad (...) con ingreso inferior a la línea de bienestar rural". 
O sea, asistencialismo puro, personal, y no subvenciones comunitarias, que creen infraestructura o alienten proyectos productivos sino por vía indirecta. Aquélla se construirá empleando recursos distintos, respondería Obrador, de preguntarle, y quitando sus muy controvertibles Trenes no distingo más planes en ese sentido.
No hay mala fe, juro, recordando declaraciones empresariales como esta del Banco Bilbao Vizcaya en México: "Educación y apoyo social, la gran apuesta por un país sostenible".
En todo caso, tengo hermanitas que gracias a las becas propias o familiares sienten un respiro -mis amigas padecen, a cambio, pues tras largos años de experiencia les trocaron por ellas sus puestos de estructura-. Así parecería compensarse el trabajo no remunerado... sin concierto alguno.
Para muestra del caos transicional va también el botón yo con esta nota que aún falta rematar. Basta con: ¿Quién pagará mis ojos admirados? (Sí, estoy más que retribuido, no se sulfuren, pero -adjurada conjunción, hagamos las paces- necesitaba una frase acorde con mi papel.) 

PD
-En el sector público los curriculums desaparecieron -dije a Moni. -Lo pasado, pasado. A futuro debemos hacer empresas sociales, es la gran noticia. En presente, que dio nos coja confesados. Sobreviven quienes se enchufaron a tiempo... antes de devorarse entre sí.

PD 2 o recordatorio
Hermano, tienes abandonado el otro viaje final, hacia los inmemoriales tiempos, y tu abuelo está que arde, esperando.          
               

jueves, 26 de septiembre de 2019

Pesadilla perfecta o Mejorado oficio o Esquizo, más bien

Termino afirmando aquí que tengo todo para hacer una diaria, buena crónica, y lo desperdicio. A medias, debo agregar, como el resto en los últimos años, cada vez más.
A un blog de estos le llamo diván y como termino confundiendo a unos con otros, extenderé la calificación.
Esquizoide, soy quien me creo y el que descubro al contarme. ¿Sirve a alguien más mi proceso? Sino... de cualquier forma sigo, pues necesito. Confío haya cura o en sacarle partido a la enfermedad.
-Esquizo no, narcicista -comenta la veci Airys, loquera.
No conoce lo demás, que ahora pide rehacer Socias.    

Leyeron lo que escribí por la mañana robándole tiempo al tiempo. Es noche ahora y continuo.

Si esa película existe, nunca la vi, creo. Me doy en llamarla así pues en mi sueño está estelarizada por un actor más o menos famoso.
Compleja, para precisar sus hechos, durmiendo debí reconstruirlos repetidamente y ahora no los recuerdo con mediana claridad.
Un militar de la Nasa leí allí informes ultrareservados sobre sí mismo como imposible, único protagonista en el doble, simultáneo viaje que dio fin al universo, cuyos efectos se revirtieron al también absurdo regreso. 
Explicaba aquello a no preciso quién. 
-Este documento final -decía levantándolo con la mano- afirma: Fue un mero, irrealizado proyecto. Miente, debemos creerle y está supuerpuesto al anterior, donde hay pruebas de que partió con misma fecha hacia rumbos por completo distintos: el espacio interestalar y el Mojave. 
No lo decía así sino en términos científicos, que olvidé, claro, como los mil detalles cuya sucesión me angustiaba.
Desperté convencido de ser objeto de una conspiración en regla por salvarme, que me despeja el futuro cuanto tiempo quede por delante.
Este hombre fue nuestro mejor cronista urbano. Va aquí porque me le encomiendo.
Paro pues María urge vaya al foro donde confluyen mujeres expertas en derechos humanos y saldré corriendo a la mitad para una charla sobre el único tema hoy, septiembre 26. ¿Llegaré al plantón magisterial frente al senado, para alcanzar a Lupita, la Leng y Lety, pasando antes por el IEMS en que ofrecí un taller?
-Pregunta por tu viaje a Costa Rica para reconstruir la historia del movimiento social -pienso cerrando esto.
Absurdo todo, cierto. Bueno, no, agrego al volver a casa.
Mi curiosa vejez permite mejorar un antiguo oficio. Ojos Admirados, me nombré al iniciar una década de acompañamiento a los jóvenes. Pude hacerlo treinta años atrás, cuando nació Él, o al subir a la azotea por primera vez.
Si presumo las muchas tareas que tengo es considerándolas y porque gracias a ellas pasó el día asomando a realidades diversas, entre transportes públicos.
A mediodía llegué a un Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) para charlar sobre Julio César Mondragón, tras treinta y dos estaciones por

Lo hizo el Barri, a quien muestro adelante.
Metro y Metrobús. 
Las autoridades querían suspender mi acto. Tenían miedo al ambiente que se había creado al cumplirse el quinto, exacto año de aquella noche. No se los permitiría y fui a la asamblea en que trescientos o cuatrocientos muchachos decidían si sumarse al paro convocado por otras escuelas o solo marchar.
Algo raro pasa allí y donde quiera entre nuestros estudiantes. Su organización desapareció y quienes tienen más saliva subían al rellano de la escalera para mal explicarse. Era un desperdicio en estos tiempos hechos para estallar, y yo el extraño que no debía meter mano. Observarlos con esmero, eso sí hacía sentito. Les consulté en corto, como decimos, y me dediqué a lo mío.
Ahí están también los cchros. Foto de La Jornada.
SIGUE, TAL VEZ, POR LA HORA Y MAÑANA.
(Vean al Barri o Barricada Humana, mi pareja sentimental hace seis o siete años -ya saben, a todo le entra este adulto mayor, multitudinariamente siempre que se pueda.)
Rapeando con su carnal Dany. Yo al fondo lo adoro y vigilo, porque las groupies son peligrosas.
Vuelvo de madrugada para hacer aclaraciones.
El sueño ese vale por sí mismo y quizá su liga con la situación que atravieso se reduce al simple despertar, momento tercamente difícil para mí pues no consigo ocultarme cuán desidioso soy.
Debería escribir reales crónicas con el grueso material reunido cada día. En verdad atiendo mucho a quienes topo y setenta y dos años descifran casi automáticamente momentos como la asamblea de hoy, con sus mil matices. Uno burdísimo apareció poco después. Los jóvenes insistentes en descalificar el paro con presuntas buenas razones, promoviendo a cambio la marcha, no fueron a ella. Rompedores, llaman a quienes hacen cosas así.
Solidarizarse con Ayotzinapa no era el único motivo para suspender actividades. Dos alumnas del plantel murieron en tiempos recientes. A una, tras secuestrarla. La otra recibió una bala perdida dentro de su salón. Los asaltos abundan y, sin duda, los acosos y abusos sexuales. 
SIGUE, AHORA SÍ POR FUERZA. 
En la asamblea una joven controlaba el megáfono. Entusiasta, tenía muy poca experiencia, y eso era para agradecer. Se le sumaron otros como ella, impulsivos, de primeros semestres, seguro. Entonces subió quien sonaba bien:
-Si vamos a parar para irnos de peda...
Parecía provocarlos animando la actividad. ¿Y los rompedores que le siguieron, orquestados, entendí después? 
-Pertenecen al grupo antes dirigente -pensé primero y al verlos quedar dudé si estaban relacionados con la violencia.
Por descomposición, las organizaciones estudiantiles llevan tiempo aprovechando su lugar para fines políticos ocultos o simple abuso. Ocupan espacios físicos donde establecen negocios, por ejemplo, y suelen esquilmar a quienes les echan una mano en tareas comunitarias. Contribuyen así al ambiente que crea el crimen organizado y el porrismo.
Un día después copio parte del camino para extenderlo. Ahora interesan los seres y cosas al través. Allí echaron a la pobrada hace dos, cuatro, seis décadas. O a una porción, pues otra ocupa esas zonas que antes les pedí recorrer a ciegas.
El Metro es remedo de la red cuyo funcionamiento permite transportarse diariamente a millones y aun en sábado hay colas interminables para entrar. Mi compadre Agustín se mudó a una colonia que cruzo. Se los dibujé también ya viejo: semidesdentado, rengeando de la pierna izquierda pues cayeron sobre ella los ocho garrafones que cada tanda oferta con agua pura, y así equilibró el romántico, antiguo aspecto del ojo derecho blanco, carcomido. 
Plugiera a dios, como decían, darme oficio y horas para describirles lo indescriptible en una crónica hecha día a día con personajes y lugares siempre distintos, cuya particularidad personal caso por caso me niego a reducir. 
-Afortunadamente no soy periodista -reafirmo mientras la noche anterior viene a mi cabeza. 
Bueno, ese es otro tema. ¿O no? Para abordalo pases a La "4ta Transición" y Oficios II.             






         

domingo, 22 de septiembre de 2019

Mi cuerpo

Yo era el "ser perfecto" a quien la vida que me tocó y decidí le hizo pequeños desarreglos, empezando por mi "cabeza", aunque no se crea pues para entonces había sufrido un infarto benigno y sin saberlo iba rumbo al record mundial en piedras vesiculares. Entrecomillo dos veces en consideración a milenios cuyo efecto no puedo cálcular también allí, donde aseguran decidimos y quizá yerran, recordando el complejo sistema al cual pertenece lo aparentemente supremo -deja y doyte unas hostias, cogito, ergo sum.          

sábado, 21 de septiembre de 2019

Veinte años y contando

¿Cómo evitar repetir o aludir a lo previo?
Viñetas canciones, pensé una vez. Bastaría interpretarlas luego con el distinto tono forzoso de un concierto, que se agradece. ¿Y mi banda? Ahí está, distinta en cada gira. Los textos evolucionan, distinguiéndose por periodos, ¿ven?, y entre ustedes discuten cuál fue mejor. Tal dirá, al modo del siguiente Dylan fan: "the best (...) of All Time".
¿Me equivoco, Juan?    

...autobuses, unos cuantos trenes y caminos a pie, igual si duraban dos días que veinte minutos nos condujeron a paseos por las estrellas, de todo tan desconocido, les dije sobre aquellos con Juan y otros en mi juventud. 
No penábamos como quienes Woody Gutrhie acompañó Camino a la gloria o James Kelley y su gente escapando tras la Gran Hambruna o Maria y millones de familias campesinas en ese otro exilio cuyo remate atestigüe. 
Tiempo después y semana tras semanas miraba con nostalgia por las ventanillas de camiones foranéos el viaje postesgado.
Hasta 1997, en que lo reinicié. Iría lento al prinicipio aprendiendo cosas extraordinarias donde no imaginaba: cuatro oficinas públicas cuyas intimidades se me revelaban. 
Con una buena mochila, entonces, remprendí la debida marcha, primero conteniendo los vómitos que producían cien tribus disputándose el poder. 
Tres años bastaron para prepararnos a desmantelar aquéllo, llamado PRD DF. 
Me referí ya al completo fracaso que no debe achacarse, pienso, a quien sería la mayor maldita en nuestra historia, sino a sus torpes,
arrogantes corifeos, si bien para entonces ella casi había completado el proceso gracias al cual ganaría dicha calificación.
Creo haberme enojado por desperdiciar la oportunidad y agradecí tener un mapa  detallado del movimiento social y sus involuciones, que produjo el acceso al gobierno. Así mi ciudad volvió a serlo, con entresijos y focos rojos distintos a los anteriores. Como siempre, crecía exponencialmente, no hallaba más Gueros para guiarme, a ratos se ponía difícil y comencé a crear las rutas intraducibles en que los introduje ya.
Había un tema delicado, por el cual daría una infructuosa batalla vez tras vez: los densos alrededores eran tan o más importantes. 
http://www.conapo.gob.mx/work/models/CONAPO/indices_margina/marginacion_urbana/AnexoA/Mapas/01_Zona_Metropolitana_del_Valle_de_Mexico.pdf 
Había corrido la legua cuando en 2011 nació Morena. De nuevo extrañas circunstancias me llevaron a la asamblea fundacional capitalina. Propusimos que el "partido-movimiento" alcanzara al área metropolitana completa. Votaron a favor y dos semanas después se nos convocó. Habían tenido una reunión intermedia en secreto, para echar atrás las decisiones primeras, y ahora copaban todo con incondicionales.
Repetían conductas practicadas dos años atrás en otros estados. Eran quienes eran, confirmé. Gran desgracia, entonces, la apatía de ocho años antes.
Mientras y por motivos de los que vuecencias fueron informados, giré al Níger y cuando pude recuperarme lo volví el Magdalena. Hay rápidos en ellos, ¿saben?, salvarlos no es pan comido y por alcurnia T y viejos, fugaces amigos visitaban sus recodos y apenas me reconocían.
-0-
En los años fechados hasta aquí están Él y el Nuevo, Ana, M, mi amita, E y S, los últimos viajes a eso que reconozco como caliz, Fez, mamá que muere, la llegada del abuelo, volver a los diecisiete por primera ocasión,  hogares, trabajos, etcétera. No vienen a cuento pues solo importa el viaje como necesidad inculcada al país donde crecí.
Todos allí han mudado de lugar una o mil veces e incluidos con frecuencia nuestros pueblos indígenas no hay quien tenga padres, madres, hijos nacidos en su mismo punto de origen. Muchos cruzaron la frontera para regresar o quedarse con un pie asido al pasado, y en conjunto reúnen historias inimaginables para quienes les precedieron.            
 SIGUE

jueves, 19 de septiembre de 2019

"Nuevo" régimen

Entrecomillo "Nuevo" al titular porque no entiendo bien lo que eso quiere decir para El historiador, como llamaremos a quien cité en notas anteriores y ustedes ubican. 
Le sirve de referencia la Francia que retrató otro también nombrado aquí, cuyas ciento y tantas
novelas devoraba en el patio universitario e imitaría luego si hubiera tenido vocación literaria.
Ayer Mo me telefoneó desesperada. Tiene un largo curriculum de servidora pública, conoce a media Cuarta Transformacion y no consigue trabajo. A cambio convirtieron su puesto en una Beca, gran concepto empleado por AMLO para gobernar -hablamos al respecto, ¿recuerdan?
Horas atrás hablé con So, a quien creía en un callejón si salida pues se acerca a los treinta años y no terminó la carrera que resultaría en trabajos para call centers, como mesera con bajos ingresos o dependienta pasando de una tienda a otra sin pausa. Estaba feliz. Gracias a aquél poderoso instrumento obradorista, su familia reune lo mínimo suficiente y ella puede seguir siendo la radical activa en nuestros viejos grupos juveniles. 
-Lo que no anda bien es la inseguridad pública. El otro día se pasearon por aquí hombres armados hasta los dientes. Platiqué un poco con ellos -dijo sin alarmarse. 
Conté a Mo la charla, terminando de ilustrarle el "Nuevo". 
-Hay sectores emergentes que copan todo. Para nuestra naciente burocracia los historiales no sirven ya, aunque inicién en el México años 1970, cuando la dictadura perfecta se reacomodaba. Cuenta colocarse dentro de la 4T... y tener buena fortuna, pues hay aspirantes de sobra. 
¿Sabes, Historiador, no atino cómo haces el corte? ¿Te refieres al bonapartismo en sus dos etapas? Porque tradicionalmente se toma a la Revolución como parteaguas y Balzac describía a la sociedad de entrados los mil novecientos. Hay ahí cuarenta años emedio.
Esto, amigo, es otra cosa, bien conocida en México y extraña a la vez porque, como sucedió a los francesés, resulta de grandes cambios político-sociales y nosotros vivimos algo terso y sin sustento organizado o movimiental, que hizo nada a los partidos dominantes hasta por casi cien años, en cierto caso: ese ascenso de núcleos aspiracionales. 
Espera, encuentro un caso local: nuestra ciudad cuando en 1997 por primera vez ganó la rara izquierda surgida durante 1987-88.    
        
   

martes, 3 de septiembre de 2019

Sueños, mitos y realidades

Madrugada
Debo reunir los apuntes de las últimas semanas, que encuentran esto y aquello con un cierto plan mientras testimonian indirectamente mi proceso personal. 
Es difícil por el relato fracturado que terminó gustándome. Si me quieren ayudar, nietos, inicien, pues, notas atrás en tres cuadernos. 
Estoy en casa de mi amita sin romper bien a bien la soledad inevitable o necesaria o ambas cosas, aprovechando que N, su hijo, esta ausente estos días y abandono apenas el cuarto con jardín costeño, llamémoslo así, tras cuya roca al fondo hay una playa.
Demasiados estímulos para quien busca hundirse en sí. Basta ceder al olejade, por ejemplo, para romper el oscuro encanto que la Tic respeta incluso con los alimentos, aunque certifica mi deterioro físico. No es mujer convencional, saben ustedes, y menos lo fue durante el ayer muy vivo todavía en su cabeza, donde se guarda un desierto. 
Entretanto el Ártico y la amazonía continúan incendiándose con aplausos de los responsables en conservarlos -no por nada Ella prepara al pequeño para ser músico errabundo, como un Travis al revés.
Hoy tocó pesadilla y no sueño plácido y aquí estoy, tecleando cuando el cuerpo reclama descanso de esas peleonas semanas. 
En México siguen muriendo quienes defienden tierra y territorio, mujeres violadas primero, migrantes, jóvenes que sin saberlo constituyen el ejército informal de fuerzas incontrolables, etcétera, y nuestro pastor presidente celebra con justicia sus éxitos y suelta barbaridades entre sonrisas, dirigiendo a una caterva de ímbéciles o nuevos malditos o bien intencionados que se esfuerzan en conservar la cordura.
¿De veras les extrañan mis locas decisiones, como abandonar el único, suficiente ingreso garantizado?
Mediodía
-¿Qué haces? -pregunta ella.
-Romper ceremonialmente veinte cigarros. ¿Te ayudo con la comida?
Va a decir que está casi lista y responde:
-Sí.
No comeré sino me siento útil, entiende. 
Subimos, el batir de olas es modoso, como siempre aquí, y con tan poco alegra medio mundo. La otra mitad celebra a P y si me apuran diré que a mí, pequeño buen hombre que no renuncia. ¿Estoy salvado cuando todo lo demás muere? No, solo amo, desde el principio de los tiempos, antepasados tras antepasados, a quienes se escucha en coro:
-Salvémonos, no por mitos construidos para mejor roer nuestras almas y huesos. No permitiremos más Troyas, ¿escuchan, Paris, Helena y el resto de la parentela? -búsquese Herodoto en no recuerdo cuál "tomo", seré sincero, jeje.
Porque quizá empezó ahí el conflicto griego-persa, que dividiría para siempre a Occidente y Medio Oriente, y nos lo vistieron romántica, olímpicamente.
Noche
La Tic sonríe viéndome devorar plátanos que continúan mi dieta iniciada hace siete horas con una sopa de camarón repetida, dos mojarras fritas, papas, ensalada y guayabas en almíbar, para luego darme a los piscolabis hasta la cena -total, chilaquiles verdes como dios manda y torrejas son cosa ligerita. 
-¿Qué burbujea ahí? -pregunto.
-El arroz para horchata.
-¿Se acabo el agua de coco? 
-Sí, los dos litros, mi inapetente Cuac. 

Madrugada   
Dormimos juntos, abajo, como lo que cada uno fue siempre: una criatura buena, triste y levantisca a ratos. Hace tiempo aprendí también con ella a evitar tentaciones y no resultó fácil deshacerse de sus brazos sin despertarla, pues la nueva dosis en que consumo mi vicio y una panza repleta demandaron, jeje. 
¿Por qué no quedar en este tercer paraíso? Sirvo a la amita, por sí misma y por N, el país dejó de retenerme y Él y el Nuevo no tienen ya razones para temer un desgraciado final mío, hoy y mañana, cuando se produzca. En ustedes quedé hace años, S y E, como probamos durante nuestros rarísimos, breves encuentros.
El motivo esta vez, insólito, son los viejos amigos que equivocamente pensarían que me descuidaron. Y bueno, duele perder a Lupita, a su siniestra compinche -jeje-, a San, Leticia, hasta la nieta Iveth, que solo conozco vía virtual, y a Mauro a punto de parirse, hijo de una joven pareja única, cuyo crecimiento acompañé.
Total, la Tic y el enano contarán conmigo pase cuanto pase.
-Cuac -llama.
-Voy.
Su carita infantil en la entresombra, pienso y ella dice algo semejante sobre esta mía. Se levanta elvolviéndose en una manta y contra el quicio mira al cielo.
-Está muy claro, ¿no?
-Por la luna nueva, creo. 
Busca su celular y ahí una foto.
-No es mía, eh. Está tan lleno que cuesta precisar algo. Quería comparar. 
-¿De dónde es?
-Imagino que... ya sabes. El libro que me regalaste entonces sobre mitos y leyendas de los sioux y ellos describía bien, ¿verdad?
-No me acuerdo. 
Buscando en su "galería" topa esto. 
-Tampoco la tomé yo.
"Arriba de eso, vieras. En la noche, claro."
-¿En la noche? Qué raro, jeje.
-No te burles. Sube -dice y trepamos.
Hay olas porque se escuchan.
-Imagina un desierto donde se oyé el oleaje.
-¿Esas ruinas están en tus planes?
-Poquito. El cielo encima, sí. Puede guiarte a cualquier sitio. 
-En todos lados, ¿no?
-No igual. 
-¿Era un observatorio, digamos?
-Ni idea. Ahí mismo N comprendió. 
Pide sentarnos, las piedras son ásperas, cuesta trabajo acomodarse, me comparte su manta. 
-Esta vez irás con nosotros, sin pretextos. Un desierto con olas -repite.     
  
          
         

lunes, 2 de septiembre de 2019

Una charlita, por amor de dios

Sino llegamos al nivel de coro suplicante, en el país simbólico que forma nuestra variopinta izquierda social, casi cada esquina aparece alguien con ese socorrido ruego:
-Un charlita, por amor de dios.
Demandan especialmente la historia protagonizada por el propio movimiento.
-¿En qué periodo?, ¿todos?, ¿hasta hoy?
Cualquiera que se apunte viene bien y debe haber tantas intrepretaciones como sectas políticas y tribus electoreras en nuestro desmadrado reino. 
-¿Cómo le va? -empecé preguntándo hace días a la Señito y ella, por no hacerme sentir un apestado, propuso que volviera a fallarle en tales y cuales círculos. -Si claro, le quedaré mal otra vez.
Hacía 2012 tenía un taller con jóvenes. Me querían, soportaban por esos mis enredosas explicaciones y para compensarlos pedí a viejos amigos que les hablaran sobre temas escogidos, con una condición: esforzarse como nunca antes.
Dos pláticas resumían justamente la historia del movimiento social mexicano vinculado a la actualidad. Una iniciaba en 1958-59. Otra prefería 1968 y, siguiendo el guión que nuestro invitado creo para un libro, subrayaba dos hitos posteriores: 1988 y ese 2012 marcado por el #yosoy132. 
O sea: aquélla tenía por gran sujeto a los sectores populares y el EZLN y ésta al estudiantado y nuestra izquierda parlamentaria. 
La segunda me asombró en dos puntos: 1, los 1970, que el "ponente" vivió, reducían a casi nada el auge obrero, desapareciendo al campesinado y las luchas inquilinarias y de posesionarios urbanos; 2, concebía al movimiento magisterial (CNTE) como una excrecencia -¿cómo explicó entre 2013 y 2016 que dicho pasado imperfecto aglutinara a la única y poderosa resistencia nacional, mientras su estudiantado dueño del futuro se esfumaba? 
En resumen, cada quien hacía un papalote con su cola, según acostumbramos decir, interpretando ad livitum.
¿Qué barbaridades soltaré yo si le cumplo a la Señito o a cualquiera de quienes piden lismona charladora?