sábado, 31 de marzo de 2018
Del Santo Lugar y Santa Utopía
Por encargo escribí doscientas cuartillas sobre el Santo Lugar. Cuando hechas libro un viejo amigo las leyó, púsose furioso.
No le pregunté los motivos, imaginándolos: no había allí una supuesta reconstrucción histórica, como la suya con tema más o menos parecido, y ni mención hacía del grupo que con él y otros fundé y me llevó hacia aquella promesa de "barrio solidario del futuro"1 -la frase se debe a quien realmente concibió aquél inteligente, heterodoxo proyecto, y por no darle coba la cita conduce a una nota por ahí.
Un mediodía deja entrever, y nada más, qué había detrás del barrio solidario. Solo quienes estábamos allí en verdad y no como apariencia entendemos el asunto y ninguno pertenecía al grupo. Era muy simple, por lo demás, y nuestro guía ideológico, Filiberto, obrero del calzado, vivía en otra ciudad.
El libro hacía breve referencia a Belarmo, mi abuelo, para explicar entre romántica y justamente porque yo estaba allí y me comportaba cómo lo hacía. Buscando a Belarmino Tomás (https://issuu.com/lavisiondelostorcidos/docs/belarminos), escrito también por pedido y esta vez contra mi voluntad, resume su historia y sobran aclaraciones sobre el despropósito de comparar experiencias. Y al mismo tiempo es verdad: para entenderme en el Santo Lugar debía conocerse la experiencia del Sindicato Minero Asturiano; bizarramente, preciso, porque resulto un mal chiste si me veo contra aquellos treinta geniales años; no así el barrio y su maravilloso entorno nacional.
Solo el pueblo salva al pueblo decían por primera vez Filiberto y sus compañeros y ese pueblo repetía un consejo del abuelo: se sombra. Ésta podía servir para mejor soltarse a tiros y dinamita únicamente si había larga, masiva obra a sus espaldas. Por eso rendía culto a quienes entonces morían o desaparecían en las montañas. Los antiguos hermanos del grupo y no míos faltaban a la máxima, pues no tuvieron Belarmos que les susurraran al oído, como a Fili, Agustín, Cristina y el millonario etcétera al cual pertenecían, ejemplificados en don Carlos y su evangelio.
El viejo amigo que me regañó tampoco podía comprenderlo y no hubo sorpresa, entonces, cuando muy temprano lo vi correr al partido electoral, donde permanece tras el cambio de nombre.
Ahora pareciera haber un problema personal entre nosotros y lo que existe es el abismo de clase originario.
Calculé bien cuánto en 2012 al invitarlo a hablarles a mis jóvenes hermanitos y hermanitas, todos ellos barrio.
-¿Y la Coordinadora Naciontal de Trabajadores del Magisterio? -le preguntaron pues olvidó citarla.
-¡Por favor! Estamos hablando de lo nuevo y si algo hay que pertenezca al ayer sepultable, es eso.
¿Cómo digirió los tres años a continuación, en que la Coordinadora hizo de nucleo a la resistencia, mientras su ¿novedoso? partido parecía avestruz y sus héroes universitarios -lidereados por escuelas privadas, faltaba más, jeje- no tuvieron continuidad.
-La revolución se hace día a día, acto tras acto y donde sea -me dijo Filiberto sin aires de ungido y lo comprobé en el Santo Lugar, primero, y luego con mis crías y a cualquier sitio que fuese, empezando por las fuentes de empleo.
Pasé mucho tiempo escuchando nostálgicamente a lo lejos y ahí merito en breves periodos, el llamado de quieren son pares de mi abuelo. Mal volví con ellos hace dos décadas para dar una manita y seguir aprendiendo.
A Belarmo ni cómo igualársele siquiera un poco excepto en algo: la convicción de que Santa Utopía aguarda siempre, confiando precipitarse apenas se descuiden los Malditos.
Si el mentor viene ahora prometiéndola desde un futuro próximo, le creo a ciegas, por supuesto.
Unas palabras con el abuelo
-No entiendo la pregunta.
-Súbitamente te convertiste en futuro que me guía, caminamos por los siglos detrás nuestro...
-Eso digo yo, tráesme de aquí para allá.
-¿Traígote? ¿No es al revés?
-¡Ah! Nos volvimos tiempo puro...
-No salgas con filosofadas.
-Lo juro.
-¿Y la perspectiva de género?
-Qué extraño estás, Belarmo. Parangonando el dicho, acláráme con quién has pasado estos días y sabré cuán ultrafeminista andas: ¿Ana, la Mal nombrada...?
-Renovarse o morir.
-¡Oportunista!
-¿Tienes tupper?
-¿Cómo?
-Para que lleves las hostias que sobren.
-Cago en dios, ahora circulas con la banda.
Escúchase ¡Zoc!
-¡Ay!
-No me arremedes.
-Eso es en mexicano y tú hablas bable emponzoñado.
-¡Basta los dos!
-¿Yes -de "eres", en asturiano- Madre Primera o Lupita?
-Ambas. Falta nada y ustedes jugando.
-¿De qué carajo hablamos?
-Eso mismo digo yo.
-¡Ey, ey, esperen!
-¿Qué pasa, B?
-Ana.
-En Tic trasustanciada. ¿Y la canción de hoy?
-Corre por tu cuenta, amita. Estos lugares no tienen Big Brothers virtuales. Canta, mi Walpurgis, patrona de campesinas y sivientas.
-Creí que no te gustaban los países fríos.
-¿Y Erin, entonces?
-Eso es cosa excepcional en todo para ti, ¿no?
-Comparte cataclismos con nuestras tierras.
-¿En el tiempo?
-¡Acabáramos!, me regresas al principio.
-Ven, te canto, aunque así represente mi antiguo papel.
-¿Puedo pedir que pasen a La Reina de la Roca Gris?
-¿Quiénes?
-La nueva Corte de Medianoche, formada por todos y todas.
Andar. Solo eso tiene sentido.
-¿Seguro?
-No. Estoy cansado de morir una y otra y otra vez.
-Pero aguardas la utopía, próxima, crees.
-Porque creer es fuer. En todo caso, nuevamente moriré.
-B.
-Ana-Tic...
-Reposemos, que si hay abuso en tu fátiga, imagina la nuestra.
-Perdón. Siempre Monelle:
"Monelle me encontró en la llanura, por donde yo andaba errante, y me tomó de la mano:
"-No te sorprendas -me dijo- soy yo y no soy yo. Me volverás a encontrar y me perderás.
"Una vez más volveré entre vosotros; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido.
"Y me olvidarás y me reconocerás y me volverás a olvidar..."1
-¿Olvidaste?
-No. Al fin aprendí, espero.
-Y así, crío, cumpliste conmigo.
-¿De veras, abuelo? ¿Puedo echarme a la vera un minuto?
-Si te la pasas durmiendo ahí.
-Es que solo al cerrar los ojos aparece lo que... ¿necesitamos? ¿Tú también?
-Yo veo cosas distintas a las tuyas. Bueno, al caminar hay lo mismo para los dos.
-¿Cómo se siente estar muerto?
-Raro, al principio. Vamos. Nos toca hacer de Simbads.
-Belarmo, nuestro juego se pasa. No hacemos filosofía ni historia ni biología.
-¿Y? Caminamos. ¿No basta?
-Lo hacemos a capricho y entonces se pierde todo, creo.
-Es la búsqueda de la justicia y la injusticia.
-Cuando solo se procuraba el pan.
-¿En verdad crees eso?
-Apenas ahora. Tantos, en tantos lugares, durante tanto tiempo.
-Míralos intentarlo, erguirse sobre su destino.
-E inventar la maldad y la bondad. Sobre lo sabido, ¿para qué esforzarse?
-¿Quieres volver a casa sin fe?
-Nada más descansar.
-Mientes con muy poca convicción.
-Mira. Sí, no puedo rendirme, Belarmo.
SIGUE
jueves, 29 de marzo de 2018
Un partido y sus secuaces
En 2004 iba a reuniones con perredistas de orígenes diversos en la izquierda socialista. Había personas inteligentes allí, otras no lo éramos tanto, y nos reunía lo que dejaron tres años de un comité ejecutivo en el entonces con justicia llamado Distrito Federal (ni borracho olvido subrayar ese tema mayor de una ciudad cuya área connurbada deliberadamente se hizo frontera, Oeste, tierra sin ley, donde está concentrado el sesenta por ciento de nuestra población local).
Jamás pertenecí al Partido y por algo más que casualidad participé en aquellos tres años durante los cuales pudo resquebrejarse su caractéristico sistema de tribus.
El pesimimo dominaba las charlas y yo parecía beduino extraviado, sin eco:
-Ánimo, nunca la izquierda tuvo tal presencia.
Los demás estaban al tanto, quiero creer, pues en 1988-89 sus organizaciones políticas y no las sociales -eso espero y sé cuánto me equivoco, jeje-, habían puesto a discusión la alianza con el "nacionalismo revolucionario" priista, escindido con Cuauhtémoc Cárdena al frente.
Los cuadros que ellas formaron dirigían el aparato desde entonces. A mis ojos, si procedían del movimiento urbano popular había cierta excusa en su detestable comportamiento, porque volvieron programas gubernamentales muchas demandas auténticas. Al resto no lograba explicármelo. Es verdad, la lucha sindical se extinguió casi por entero cuando desmantelaron nuestra planta fabril y no tenían cómo traducir a una lógica territorial lo buenamente aprendido. ¿Para qué quedar, entonces?, pensaba el ingenuo yo, que seguía perteneciendo a ese mundo obrero.
Ayer publicaron un buen artículo asegurando que la cultura del viejo régimen sigue permeando todo y la responsabilizan por el tribalismo clientelar perredista y hoy seguramente morenista. Nuestra izquierda socialista, pues, se habría pervertido cuando se vinculó al nacionalismo revolucionario.
Sí, sin duda. Pero también lo otro es verdad. Aquélla se redujo siempre a muy poco, en términos políticos y no sociales. ¿Que entonces a organizaciones campesinas, de asalariados urbanos, inquilinos y posesionarios les faltaba un cuerpo ideológico? No necesariamente. En realidad las campesinas lo tenían por naturaleza, digamos, considerando su profundidad histórica, y en fábricas, etcétera circulaban también viejas utopías.
Suele insitirse en que el auge popular de los años setenta y ochenta lo produjo la inserción estudiantil tras 1968. Menuda, pueril soberbia clasemediera.
¿Por qué en 2000-2003 no se clavó el rejón de muerte bejaranos, chuchos y bandas sinnúnermo nutriéndolas? Pregúntenle a los carnales de la luego descubierta como Chayo Creel. Qué ella se emborrachara con un poder que no parecía necesario para convertirla en nuestra primera presidenta de la república, es muy otra cosa. Irresponsabilidad suprema y nomás.
Las tales reuniones tristeando resultaban del peor indigno fracaso ante Bejarano y compañía, que para entonces debían estar en desbandada.
Pavoroso abandono del movimiento social, que cuando se procuraba era facciosamente, como en la huelga del CGH.
Unos y otros merecían cárcel y ahí andan, moreneando y no como el peor producto de un régimen electoral que perpetúa el medio siglo priista.
Mea culpa, dígase la izquierda socialista partidaria. El pueblo en lucha siempre fue otra cosa.
SIGUE
domingo, 25 de marzo de 2018
Cronicado. (Último viaje)
Hoy, domingo 25, asesinaron a quien conocí hace poco y se hizo mi amiguita. ¿Por ser lesbiana, vital, combativa, del magisterio que lucha, o simplemente mujer en este país de mierda?
Lucrecia. Jugábamos a que nos casaríamos. |
Casi enseguida se difunde esta noticia: "Hallan muerto a César Ulises Arellano, estudiante de la UdeG." Es uno de los cinco jovenes que desaparecieron recientemente en Guadalajara, tres de ellos interceptados por la policía cuando iban a filmar un documental. Con ellos se transparentan los alcances del fenómeno en esa ciudad: dieceiséis mil casos.
¿Se puede vivir así? El impreciso cincuenta y tantos por ciento que dan la espalda a AMLO, parecen decir Sí y todos los días corren al trabajo o lo realizan en casa y hacen otras muchas cosas que se dirían con sentido. ¿En verdad sirve a alguien ese monumental esfuerzo?
Hay una actividad enfebrecida. La pregunta otra vez es ¿para qué, para quién? y la hago en primera persona por conveniente.
Nuestro partido electoral de izquierda se creó hace treinta años y su reto hoy sigue siendo el crecimiento. Cada poco arremeto contra la población que entre cosas hasta aquí votó siempre por el poder, sobre todo en el Bajío, Norte y Sureste. Sí, podemos reír: solo esta ciudad y cuatro estados, a los que hace poco se suman dos más, entre treinta y tres, elegió al PRD, hoy practicamente convertido en Morena -sobran detalles, como la marginal supervivencia de aquél.
Esa única izquierda parlamentaria reunió en sus dos mejores momentos nacionales a 31 y 35 por ciento del electorado. El resto obtuvo 17 y 12. No tenemos segunda vuelta y entonces desafió a la derecha que cada uno a su modo representan PRI y PAN, con apoyo ciudadano no considerado en principio -primero indignación ante la impunidad y luego súbito despertar de los estudiantes.
Mi enojo dejó en paz al propio PRD -estos comicios serán inaugurales para Morena a nivel federal-, a pesar del conocimiento más o menos abundante que tenía sobre él. Lo hizo al menos en público, pues privadamente despotricaba contra un fenómeno monstruoso: el prometedor punto de partida, 1988-89, atrajo a lo mejor que habían creado los movimientos populares desde 1968 y aun antes, para echarlo por la borda en su mayoría durante una sola década. A cambio creó grupos de interés cuyas prácticas incluían el compromiso secreto con el poder mismo -por ejemplo, saboteo local a candidatos.
En aquellas dos elecciones federales con éxito, si fraudes de diversa clase no hubieran intervenido, el Partido fue incapaz de cubrir una parte significativa de las casillas. Hasta ahora Morena no puede lograrlo tampoco y sumar a una chusma con procedencia priista, panista y satétiles suyos tiene como segunda función hacerse de una aparato que cubra el país entero.
La paradoja es superlativa, porque el esfuerzo partidario se centró siempre en producir operadores electorales. De formación política-ideológica, cero, y así no hubo labor dirigida a articular la inquietud y el enojo sociales con acciones, argumentos, instancias.
Esa actividad enfebrecida de hoy tiene la misma característica y en resumen conduce a proyectar individuos y tribus parasitarias. El efecto mayoritario son candidaturas disputadas con uñas y dientes, que aquí dieron ya el triunfo a un socio del crimen organizado y allá a célebres mafiosos políticos. En otros casos basta acceder al presupuesto y la nomenclatura partidarias y públicas en cualquier esfera profesional.
Y, con todo, votaré AMLO, Claudia Sheinbaum y diputados y senador correspondientes. Los Malditos están dispuestos a cuanto sea, por salvar el pellejo.
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-¡Bienvenido a la realidad! -dijo furioso el ejecutivo menor para quien hacía trabajitos. Había llegado al cargo por influencias familiares, era cuarentón, heterosexual, no tenía hijos ni vicios y vaya a saberse por qué su obsesión en acumular vendiéndole el alma al diablo, si necesitaba.
Lo conduje al casi infarto aquella vez olvidando varias semanas cobrar el cheque con que me pagó. Así las cuentas no le cuadraban y etcétera.
Por entonces yo recorría barrios obreros o fieros para conocer historias personales crudísimas, incluidas muertes a manos del poder. ¿De qué realidad me hablaba el fulano?
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(Ahora le doy de comer al ego como sin proponermelo. Luego me cobraré, jeje.)
El tema es la realidad, sus categorías, ¿cierto?
Toca ahora a un entrañable amigo que hice por accidente.
A sus treinta y pocos años sostenía que solo importaba el amor romántico. Consecuente, le tenían sin cuidado los blasones profesionales, la lucha política y social y reproducirse.
Para mí, algo mayor, quien compartió ocho intensos años con aquél ser especial que Ana representaba y luego conocí a Malinka e hice locuras por C y ahora vivía con la Ella cuya historia continúa escapándoseme, los argumentos del amigo resultaban basura. ¿Cómo sino, tras esos tres exilios fundacionacionales, el larguísimo viaje para romper mis señas identitarias, el Santo Lugar, su pérdida irreparable y, ni manos ni menos, las crías?
Nada dije cuando Ana II me entregó un paraíso sexual y con Tú jugué a la Mortal Dama vs Bob Dylan -jeje-, mientras él escogía a una mujer oscura y problemática que le impondría una hija de uso exclusivo para ella -mido bien las palabras.
Le ofrecí el departamento donde Él y Ella vivían suspendidos luego de nuestra marcha y después acudí tan solidaria y silenciosamente como pude a su infierno laboral y personal, esclavizándose por unos cuantos pesos para sin falta llegar cada noche al hogar de la desesperanza.
Entonces le hizo al Fausto con Mefístofeles provincianos, suplió a la agría esposa por una agria segunda madre y creyó conquistar el mundo. Siempre enrevesado, venía cada mes a mi último exilio para pagarme no entiendo qué deudas, incluida una que no me tocaba, con su hermano mayor, muerto trágicamente.
Me convertía así en desgraciado personaje al cual debía mantenerse oculto ante los triunfadores. De hecho venía a presumir sus fastuosos éxitos: viaje-paquete a San Francisco y ¡Festivales internacionales de televisón!, cuando yo llevaba años lidiando con la hija de un asociado al Colegio Nacional y quien fue musa para grandes poetas y escritores, pariente de un Premio Nobel y por buen tiempo emparejada con un futuro, anunciado Óscar.
Cuando, digamos, venía a relatarme su maravillosa estancia en el Cannes BBC, Telemundo y compañía, mis oídos odiaban las historias del Cannes-Cannes -jeje.
Por lo demás, ese pobre hombre al cual aliviar, estrenaba nietos gemelos requeridos -según su abuelo- de vigilancia continúa -no fueran a conculcarles la libertad demasiado pronto, jeje.
Al hablar, precisemos realidades y esfuerzos.
Monumental esfuerzo hecho por todas y todos, ¿para qué y quién? Acostumbro presumir cuán bien les fue a mis crías estudiando en escuelas públicas y compararlo muy ventajosamente con el de mis viejos compañeros que enviaron a los suyos a instituciones privadas, algunas, las más caras. A nombre de ese gasto muchos se engancharon en absurdos empleos o justificaron prácticas deleznables: aviaduría, competencia desleal... Echemos cuentas.
El PRD permitió a muchos ese lujo y comprarse casas y autos mejores o peores, viajar y demás, nuevamente ¿para qué, en términos individuales y de la colectividad?
Pasaron treinta años y desparecen y matan, en caliente o por hambre y enfermedad, uno y una a uno y una. ¿Lo invertido adónde fue a dar?
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Hago estas observaciones porque soy un caso muy ilustrativo de inutilidad social, que se contrasta con su bisabuela y su abuelo para determinar cuán voluminosa es.
Acuñé dos vagos conceptos que me lo recuerdan: La deuda, El justo pago a la tierra.
Regularmente entro a casa, prendo la luz, voy al baño, reviso los materiales de muros y techos, etc., haciendome la obvia pregunta: ¿de dónde salieron esos privilegios que disfruto?
Claro, no soy acrítico y me surgen muchas dudas: ¿necesito tantos muebles, que además son de madera y representan muchos destrozos?; ¿para qué tienen los vecinos gigantescas pantallas de plasma?, y demás.
No para el asunto y da varias vuelta. Primero, Esas cosas proporcionaron empleo, luego, Por ellas arrasaron bosques, expulsaron campesino, nos moriremos ahogados por basura o en apocalipsis del cambio climático.
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Escribo estas notas automáticamente y saliéndome del vago guión que hice para el último viaje. Ahora quiero terminar con una perogrullada sin perogrullo para nuestro Ejecutivo Ramplón y su distante compadre, Amigo Accidental.
-Miren, par de culeros -les diría un estalinista trasnochado. -Cuando llegue la revolución se meten por donde puedan el cheque, la fiaca romántica, Cannes-Televisión y lo demás.
Estalino, pondrémosle por nombre, encuadraría de perlas en algunas barbaridades comentadas hasta aquí y enjuiciado merecería ¡cuello!, pues si los perredistas probaron su inutilidad, él más.
Lo traje a cuento porque, en efecto, llegada una revolución las viejas verdades desaparecen, al menos hasta cierto límite.
¿Nos mintió el socialismo revolucionario -mentado así para englobar todas las corrientes- de los siglos XIX y XX? No y pueden preguntarle al Zar, los imperialistas Estados Unidos y hartas mercancías, relaciones, costumbres que presumían su necesaria existencia?
El beligerante feminismo ruso no lo inventó el Partido Bolchevique, quien a cambio le dio corporeidad, produciendo notabilísimos avances. Lo mejor de éstos se esfumó en la primera década.
Contemplando el triste proceso, Rosita Luxemburgo pronunció aquellas sabías palabras que cito de memoria: Nuestros compañeros y compañeras creían iniciar una transformación planetaria y nosotros les incumplimos.
Si bien Estalino se pasó hartísimo cuando una madrugada, borracho tenía fijos los ojos en la glorieta frente a mi casa, con una cantaleta:
-Eso no estará aquí cuando llegue el socialismo.
-¿Qué? -terminé preguntándole.
-Los árboles, la fuente... Pinches frivolidades.
Me congratulé cuando el muro de Berlín se vino abajo, pues el socialismo real era un monstruo cuyos tentáculos se hacían sentir muy lejos en todo -machismo, homofobia, comentarios de Estalino- y años después aquí al lado -Sudamérica, pues- asomó la nueva utopía que descubría a un enemigo tan viejo como los enunciados por Carlitos y su carnal Federico: el patriarcado.
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Tomo apuntes aquí para no precisó qué luego.
Dejé dolorosamente a la Tic por poderosas razones y no me detendrán ni mis plumazos.
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Un buen historiador es inestimable y hoy el único que conozco dijo: Esperábamos que el régimen (el inaugurado en 1929, a pesar de Cárdenas, perdonarán ustedes) cambiara en 2000; no resultó así y hoy tal vez lo hará.
viernes, 23 de marzo de 2018
En pocas palabras
Hablo para Él y el Nuevo, como les llamo porque no quise concebirlos hijos sino crías de las cuales por ventura se me dio el encargo. También a E y S, nietos; a las hermanitas y hermanitos con quienes comparto mi envejecimiento; a compañeras y compañeros, no importa cuánto nos hayamos tratado; a la Tic, Mía, la Niña y la Seño, amores o entreveros tardíos, y a esos poquitos, tesoneros visitantes.
La Mal nombrada usó para su tesis una cita que tomó de aquí: Uno se inventa muchas veces frente al espejo propio y ajeno, hasta resultar irreconocible; apenas entonces empieza a ser cierto. Así hice en estos lados.
Meses atrás se produjo el milagro: la foto que odiaba desde siempre trajo a un simpático pequeño de tres años desdiciendo el protocolario acto familiar con un amoroso gesto cuyo objetivo está fuera de cuadro: su valle, sus montañas, su campesina hermana mayor.
Es él quien me soporta cuando envejezco como un personaje que pareciera fractura y nada más. Aunque basta con ello para sentirme orgulloso, frecuentemente repito: a veces quererse cuesta trabajo.
Escribí por gusto, terapia y órdenes de los tres exilios que me formaron, según habrán escuchado ya: los de mis padres, millones de campesinas y campesinas transladándose a las ciudades y el hermano pequeño rumbo a una realidad propia.
Daba lata y más lata, quería no estar, convertirme en sombra sin literatura, tal cual. A eso se debe el último viaje.
El último viaje. Cuaderno. I
A lo repentino en mi mirada el tiempo histórico de la especie se contrajo hasta parecer un soplo, nuestro presente nacional corre y yo sigo sin saber qué traje ceremonial vestiré.
Si tenía alguna vaga pretensión de trascender, sobreviviendo en quienes quiero, por ejemplo, perdió sentido, deduzco, y este último viaje, entonces, Belarmo, lo hacemos para estar juntos y con Uno, Él, el Nuevo, S y E, Filiberto, la niña sin una pierna... ¿Te parece que cuente un poco más de nuestra Corte?
-"Quien quiera peces que moje el culo", decía Severina, tu abuela. Así que un tip basta para los recién llegados: La Corte de Medianoche. Y anda, que el camino quizás no es largo ya y la prisa, prisa, todavía.
Al séptimo día, simbólicamente quizá, me despierta el clamor del gato callejero que ronda la privada. Es largo y reclama. Parece de un hijo al perder a la madre.
Pienso entonces en mí como otro condenado a quien por ventura dieron techo, trabajo y amor.
¿Cuánto pierdo la razón durante el proceso, soltando aquí verdades que deliran? No te levantes, me digo, debes descansar, y no puedo quedarme en cama sin advertir antes al menos eso tan claro como los gritos del gato.
Olvido así principios que juré seguir, fumo en ayunas y tomo una foto para precisar mi deterioro.
En casa los espejos y la cámara son benévolos y haciendo trampas -posar, escoger el mejor resultado- obtengo un retrato que me muestra en buenas condiciones.
Meses después se produce el milagro: la foto que odio desde siempre trae a un niño de tres años contradiciendo el protocolario acto familiar con un amoroso gesto cuyo objetivo está fuera de cuadro: su valle, sus montañas, su campesina hermana mayor.
Es él quien sostiene a este hombre consumiéndose durante el viaje.
El país durante su mayor coyuntura quizá en cien años; mi envejecimiento y la gran historia al fondo. De contarlos se trata, digiéndome a nietos naturales y adoptivos, a la Tic, última pareja, y a Lupita, quien representa a nuestra guía ideológica. Empiezo otra vez cuando me les alejé sin regreso posible.
Será un diario, no encuentro mejor fórmula. Estamos en marzo y lo inicié en noviembre todavía entre ustedes -¿o septiembre de 2016, año y medio atrás, apenas entendí que todo se precipitaba; o el junio anterior?
Las fechas no tienen orden.
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(Pongo música para aligerar el camino.)
Perdonen mi enredo. Amanecí diciéndome Se es en común o no tiene caso y heme aquí con la justa materia, dando una simpática vuelta. Abandono el hogar de donde no debería salir más, rumbo al primigenio, que compartiremos todos. Así lo entendiste, Tic, y por ello recibí tu bendición y una alegre mirada de N a la distancia, quien perdía al abuelo recién llegado.
Patria prometida realmente solo hay esta -una coma menos hace milagros, ¿ven?-. El Judio errante fue un incomprendido que reía de los ceños fruncidos a su paso -se llamaba Pablo, supieron después y nombráronlo Santo (uso metáforas sin sentido, creo, pues de asuntos bíblicos no tengo mínima idea).
Tomo camino hacia Jerusalem cuando el otro calendario dice año 1212, no a lo Templario en la corte de los Malditos, sino para acompañar a niños "salvajes e ignorantes" que mendigan con las cuencas de los ojos vacías, sin piernas y atadas sus manos por píos frailes2 -padre, padre, don Marcel Schwob, queda claro.
-Anden, que el verdadero reino es el nuestro -les digo.
5 de enero, 2018
Camina, alguien dice Compermiso, tres metros allá se sienta, No puede estar aquí, lo amonesta un hombre en uniforme, enérgico, sin mala fe, el orden es el orden, sabe cualquiera y todos dudan si eso tiene sentido. Vuelve a levantarse, las nubes pasan, bajas, rápidas, gruesas, apenas repara en ellas, ni ellas en él, claro, así debe ser, cada quien a lo suyo, está bien, no hay qué de quién.
Solo camino, primera persona del singular, como la segunda y la tercera, piensa, y también hay nosotros, nosotros, sí. Pensar, tan natural y absurdo. Miro, pues, a una anciana al paso. Su rostro es digno y hermoso Déjeme que escarbe en él, Anda, contestará, si le pido permiso. Nos hemos ido, ella y yo, y no volveré a encontrarla.
Miente la leyenda del cuaderno. No existe país ni oportunidad ni tiempo preciso. Unicamente el camino.
Al fondo hormigas humanas levantan una contrucción a la velocidad que no se extraña aquí, donde podemos contar los segundos.
Hay preguntas estúpidas: ¿cuánto falta? ¿Para dónde?
¿Y el abuelo y la amita, con quienes iba? Vaya a saberse, nadie se pierde.
Otro niño acaba de morir, o lo gasearon o fue violado, escucho. No precisan género ni lugar. Las almas buscan inútilmente guardarse para ocultar su pena, pues necesitamos creer. Sucumbirán los sin fe y cada uno y una que falta es merma irreparable.
No pares, vuelven a decirme, Quisiera, tardaré muy poco, respondo, Más adelante, O atrás, tercia alguien.
15 de mayo, 2018
Todo es un juego y no, en estos cuadernos. Dejo cosas pendientes para escribirlos, como incorporarme al día sin más, enorme privilegio, entenderían ustedes, nietos, de sentirlo a media mañana quieto, quedo, el sol macho descansando un rato en nuestro patio a la sombra, los vecinos silenciosamente en lo suyo: el sastre, la pareja de puesteros que vendimian al amanecer, el taxista cuya jornada empieza en dos horas, el plomero aguardando por clientes, las jubiladas y las madres de tiempo completo, cuyo esfuerzo sostiene al mundo, dale y dale cocina y lavadero adentro.
Aprieto Publicar para informarles, E, S y demás, mientras mi barrio disfruta su tranquila naturaleza y la música...
Imagino y no cómo son esos lugares y busco fotos. Su flora tiene poco chiste en relación a la nuestra, nietos, o a la que perseguimos y que entonces acunaba a una cultura sin par a este costado del planeta, por rica y tolerante.
Los normandos son toda una historia y vienen a cuento al rastrear antecedentes. Vikingos, les dicen también, o a unos de ellos, si quieren presumirse eruditos, nacos y nacas -daneses, ni más ni menos digo porque nada atrajo tanto mi atención como Copenhague y un tiempo Kierkegaard, a quien creí comprender contemplando esa su ciudad -si ahí donde me ven, estoy viajadón, jeje.
Doy un rodeo en principio inútil, cuyas virtudes ya aparecieron: llevarnos a los años mil -uy, ahora antójase hablar del Apocalipsis y, por ósmosis, jeje, del Paraíso perdido (dejen me quito el sombrero ante don Jonh Milton)-. Y con el milenio un pretexto para que recuerde cuán iluminado era el Islam contemporáneo.
Empecé aquí por Robert Fisk, el mejor periodista de cuantos haya, experto en Medio Oriente. Los desinformados debemos hallar guías y él es el más propicio para mí desde sus artículos sobre la invasión a Irak en 2003.
Mi patria prometida está sobre la costa del Pacífico mexicano y no logrando quedar en ella topé una segunda, a la que llego solo virtualmente. ¿Azares del último viaje?
Según observan me atreví a nombrar allí donde debían hallarse sugerencias y no más. Nuevo mérito de nuestra aventura, que descubriéndome universal vuelve pequeño lo en apariencia grande -así lo sea.
Démosle orden a esto, empezando por una precisión: "Nada humano me es ajeno", dijo quien providencialmente cito cuando hablo con la Tic sobre el Sentimiento trágico de la vida. Repitió, más bien, pues la frase pertenece a ¡Terencio el Africano, menuda suerte! Éste nació en el siglo II a.c. ¡y su origen era bereber!
Ciertamente, en consecuencia, nada, nada es ajeno para mí ni para nadie más. Reconocerlo hace dos mil doscientos años, se las traía, don Teren, qué bárbaro. ¿Pudo ocurrírsele, justo, por su ascendencia? Vio la primera luz ¡en Cartago, hoy Túnez!
Allí comenzó la "primavera árabe", hace ocho años. ¿Qué fue eso, Robert?, explique, por favor, y después regreso, ¿sí, nietos?
-No hay manera, en diez minutos -responde. -Se produjo, sí, un despertar que tenía grandes augurios. No diré más. Añadiré solo: "Israel estará mucho más seguro rodeado por verdaderas democracias que por despiadados dictadores y reyes autocráticos".
Entiendo el mensaje, creo: si se quiere saber algo más que lugares comunes...
-Aguarde, unas palabras finales: "Y, como de costumbre, serán los palestinos quienes sufrirán, con su tragedia totalmente olvidada..."
Hay cosas que no permiten el menor juego. Si "nada humano me es ajeno"...
Repito, pues, lo tomado de una película extraordinaria para referirme a Julio César Mondragón: "Tú nunca estuviste en Hiroshima".
Prometo traer en un rato los links a artículos de Fisk y otros sobre las recientes masacres en Palestina, que están en Una ventana (2), como este: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=241586&titular=israel-masacra-a-decenas-de-palestinos-en-la-v%EDspera-del-70-aniversario-de-la-nakba-
Fisk nació en Piedra de las doncellas, distrito de Canto (Kent), Gran Bretaña. Es rubicundo al estilo nórdico -no danés, por cierto- y terminó viviendo en Beirut. Imagino que algo tuvo que ver el atractivo de vegetaciones, cielos, pueblos, cálidos o torrenciales, con ricas civilizaciones milenarias a sus espaldas, frente a la parquedad inglesa, muy reciente en comparación.
A diferencia de políticos, empresarios, turistas, corresponsales de guerra sin luces ni principios, el periodista fue con ojos bien abiertos y descubrió los entresijos, hasta rasgarse las entrañas.
Aborrezco a Sherlock Holmes porque recreaba a la Inglaterra colonial, soberbia y autocomplaciente. Su estúpido escudero sirvió con orgullo al imperio en la India, sin duda satisfecho de los afganos cuyo rifle mandó al otro mundo -si acertaron los disparos, claro, ¿o uso la bayoneta?, pues tal insigne obra se hizo a punta de cañonazos y cercos de hambre-. Nació novelísticamente no muy lejos de Fisk, y para él eso del "nada humano" ni a patraña le sonaba.
El expansionismo ultramarino británico había iniciado en Irlanda, cuatro siglos antes, coincidiendo con la conquista del Cuarto Continente por España y Portugal, y preparaba a Walter Raleigh y socios a iniciar el extermino de las naciones indias en la Norteamérica atlántica.
En voz de Ricardo III, Shakespeare cantaría a la ruína irlandesa y torpemente sorprende a quienes lo estudían que respetara a Otelo, gobernador de Chipre para Venecia en contienda con el imperio otomano.
Esa isla sobre el Mar Nuestro, de la cuenca mediterránea toda, era por fuerza un laboratorio humano desde los comienzos civilizatorios -allí, entre nueve mil y diez mil quinientos años contando a partir de hoy. Hay una relación para mí imprecisa, entre su primera cultura y, ah, caray con los casualidades que no lo son en absoluto, la hoy Turquía. Luego se establecieron colonias fenicias, griegas, egipcias, mesopotámicas. ¿Don William se preocupó por tu historia genética, Otelo? Así te dibujaron más tarde
¿Un negro simbólico, pues, para la cristiandad latina que llamaba moro a cuantos habitaban el África musulmana -continúan las coincidencias, Inesperada, porque en rigor hablaríamos de ¡mauritanos! (vaya casualidad, ¿no?)?
¿Ven?, mal que bien, dar palos de ciego sirve. Entretanto leo noticias que llegan sobre Palestina y ya no soy el único alrededor a quien el tema preocupa. Falta apreciar su brutal repercusión para el propio pueblo palestino y la humanidad entera.
Lo que hace ese torpe demente al cual los mexicanos padecemos también, era inconcebible poco tiempo atrás, tengo entendido. Y el gobierno israelí obviamente no se queda atrás. Escuchen estas declaraciones cuyas resumen dice: "Disparamos a los palestinos porque no podemos meterlos a todos en la cárcel." https://www.facebook.com/irene.montero.5070/videos/1231746830296071/?hc_ref=ARSjT3JH1XZpuVqTcRdndRIIygi5a-ID-BpTvBgYAJ9CRODUZVQ5TPF7RQpsbKmbnr0 ¿Qué pensarán sus hermanos judíos dispersos en el mundo? ¿Cómo abrir la boca nunca más sobre campos de extermino nazi?
Busco una patria prometida para todos nosotros, nietos reales y adoptivos. Será eso, promesa, inalcanzable porque para volverla nuestra deberíamos ir físicamente a ella, y uno no renuncia a sus madres, aquí siempre heridas y hoy en llagas.
Después recuperaré lo mucho sin hilvanar, para que de vuelta nos conduzca.
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Eso está escrito el jueves, creo, estamos a sábado y para aclarar me doy un ratito pues en dos horas debo salir corriendo de casa, bañarme antes...
El 7 de abril hubo un presunto ataque con bombas tóxicas en la ciudad de Duma, Siria, entonces en manos rebeldes al gobierno. Presunto, digo, pues hay una terrible guerra mediática allí, incluidas puestas en escena para la prensa.
Una semana después Estados Unidos, con aval inglés y francés, envían "misiles inteligentes" al centro de Damasco, ciudad capital, pretextando destruir instalaciones donde dice se fábrican armas químicas. ¿Para qué, si al día siguiente los observadores internacionales enviados ex professo revisarán esos puntos?
El periodismo independiente afirma que no hay más motivo inmediato que las próximas elecciones en los tres países trasgresores. Así de ruín es la cuestión, en tierras donde una guerra civil iniciada hace seis o siete años y que escaló poco a poco- deja hasta ahora medio millón de cadáveres.
Fue entonces que leí esas contundentes frases de Fisk: "Y, como de costumbre, serán los palestinos quienes sufrirán, con su tragedia totalmente olvidada en medio de esta locura."
Luego vendría lo de la embajada que se traslada a Jerusalem.
Para mí el Medio Oriente actual es una gigantesca duda que cobró real forma con la invasión estadounidense a Irak en 2003, tras los ataques a las Torres Gemelas, producto del terrorismo supuestamente fundamentalista islámico, porque tales y cuales hechos parecieran señalar como autores intelectuales a George Bush hijo y socios, entonces amos de la Casa Blanca.
Fue entonces, advertí antes, que dirigiendo el periodico de la izquierda parlamentaria mexicana -no pregunten por qué, jeje-, conocí a Fisk.
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En los ochos años viajando por la tierra a lo largo de siglos, topé el Califato Omeya que entre fines de los siglos X al XII fue único en tolerancia religiosa y explendor cultural, cuando menos para la mitad occidental del planeta.
Al Andalus hizo entonces nuevos avances islámicos sobre el norte africano, siempre íntimamente ligado al mediterráneo europeo, extendiendo sus maravillas hacia allí. Así conoci al Selomo Ibn Gabirol de cuyos poemas saca buen partido el Mero, y a Maimónides, el filósofo quizás más importantes en los siglos que tendenciosamente solemos llamar medievales, pues este concepto se refiere solo a la cristiandad latina. Y gracias a él hallé Fez, la joya del futuro Marruecos, adonde viajaría dos veces en cuerpo y alma para enamorar luego con sus historias a mi Inesperada.
Aquello representaba una isla en los paseos hacia el pasado, que dolían riteradamente por la sangre y la injusticia esparcidas.
Era un sufrimiento soportable, que no paralizaba, como el que ahora producen Palestina y Siria y hace poco Irak.
Mi último viaje es hacia el ayer y el hoy profundos. ¿Cuánto podré completarlo?
Suena la alarma del reloj. Hay que marchar al trabajo.
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Regreso agradeciéndome no compartir la nota. Cuando se publica, donde sea, hay una cierta frívola alharaca. Encuentro una sola alternativa para informar seriamente a los demás: construir un uno universal.
Septiembre 15, 2016
Mi puerta exterior siempre está abierta, Ana entra. Trae una mochila, dejo de meter cosas en la que preparo.
II
Como saben, mi abuelo Belarmo hace años vive conmigo. Uno noche paseando juntos se cruzó con otro hombre que me obsesiona, V, y no pudieron reconocerse.
Éste escribió: "Que la pena pueda pasar y que se siga viviendo después, fue para mí un gran asombro. Sobrevivir es la cosa desconcertante entre todas (...) ¿Por qué sobrevivir si no es para aquellos que no sobreviven? Los muertos para mí están muy cerca de los vivos, no discierno bien la frontera que los separa"3. ¿Sabía que su último viaje era a las tierras donde poco después accidentalmente y no yo nacería? Qué importa. La cuestión está en el pasado. Hablen quienes murieron, también apenas diez minutos atrás.
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El diario tiene un origen.
¿Argelia en los 1950s?, pregunto para los demás, y para mí: ¿En verdad están cagados de miedo? Sí, de sí mismos, de lo que están preparados a hacer a la menor provocación.
Noviembre 29, 2017
Junio 4, 2016
Nuestros buenos anunciaron marchar hacía un punto delicadísimo. Querían desquiciar a los Malditos para ir por otra, más breve ruta. Lograron a medias el objetivo y el cerco se redobló hasta tenerlos cuerpo a cuerpo. Parecía que se les echarían encima, sobre todo cuando al lado suyo aparecieron quienes nunca hay manera de precisarles la intención, pues son cal y arena.
Septiembre 15, 2016
Debemos empezar en 1415, parece, en una ciudad por la cual debí atravesar quinientos ochenta años despúes sin hacerle demasiado caso, pues buscaba tres siglos atrás hacia su sudoriente próximo.
-Bueno, caminemos.
Enero 3, 2018
Tuviste que regresar a casa antes de tiempo, Tic, y tu Cuac volvió a la suya.
Está al corriente ahora el diario para N y a ti se te tiene prohibida la entrada a ciertas notas, pues descubrirías mis infidelidades -jeje.
Haremos juntos mi viaje final, fue el convenio firmado ante costeño notario. En caso de incumplimiento deberás darme al enano, la casa y la cuenta bancaria.
Los encuentros al amanecer quedan prohibidos en bien de mi salud -digo, pudiste haberlo propuesto hace dos años-. A cambio... entre ayer y hoy tuvimos siete, jeje.
Pico publicar pues no hay de otra, gracias a los enredos que haces cuando entras como autora.
-No se toca un tema -dijiste. -Aquí "nadie se va a morir, menos ahora".
No pongo esta canción por nosotros sino por buena.
Hay en él un anhelo de continuidad, afirman cuantos leí. Es así por la conciencia de finitud.
Describí mis sueños placenteros al volverme viejo. No tenían igual en el pasado. Estonces había cuando menos algo correcto al calificarlos de místicos.
Su quid era justamente la eternidad que así se alcanzaba, nacida entre quienes hasta ese momento no habían reparado en el otro.
-¿Por qué? -preguntaban ambos.
-No sé -respondía cada uno.
Se trataba de sueños, no ensueños, que descubría al quejarse la vejiga.
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Pasa un día como si fuera un año. No nos vimos hoy.
Desde el lunes sin agua, siendo sábado ahora, me dio pretexto para tener esto como basurero y no te ofrecería tan fácilmente la oportunidad para que te burlaras de mí, jeje.
Lunes, 3:35 am (viene de Abismo 3).
De no haber regresado intempestivamente por N, Tic, en nuestra próxima parada habríamos encontrado a la muerte aleve y grosera.
Allí, como en otras zonas de la región, el pueblo indígena se armó hace mucho para su autodefensa. Es una historia más o menos larga la que ayer en la madrugada condujo a "100 elementos de fuerzas de seguridad conformado por policías ministeriales y estatales, así como por el ejército" a cercos y cateos. Siguiendo antiguas prácticas, un helicóptero dio la silenciosa orden, los uniformados dispararon, hubo resistencia. Tres campesinos murieron, treinta más están en prisión o cárceles clandestinas, no se sabe, y "existen además 40 órdenes de aprehensión".
Marzo 23, 2018
No los aguanto más y pongo una retahila de "estados":
-Confirmo: la mayoría del país es una mierda. Tanta, que hasta se la meteremos
-La izquierda -y no solo la electoral- no entendió nada: el neoliberalismo no solo creó pobres
-En las elecciones cuentan los votos. En la lucha, ovarios y huevos. No comparen
-Democracia electoral: conciliación de clases. Utopía: Déjense de mamar, cobardes
-¿Renunciar a una nueva sociedad en el país y el mundo? Estaré pendejo
-¿Qué nos trajó al pozo de la historia? La "conciliación" (léase "los Malditos chingan")
-Hasta los tiempos del tráfico esclavo se quedan chiquitos con el presente
-Insistó: nuestra izquierda electoral siempre fue una mierda. En 30 años fue incapaz de construir un partido nacional
-Apenas nació, el PRD fue tirando por la borda a los mejores cuadros del páís
-Ora, putitxs que mamaron agusto construyendo el PRD y Morena, rindan cuentas
Y votaré, claro, por AMLO, quien hoy en una entrevista decía cosas de esas muy sensatas que lo vuelven milagro entre opositores y editorialistas groseramente estúpidos y avariciosos.
Septiembre 15, 2016 (continúa)
¿Novelo o hago una crónica recreada de mis días?
Marzo 22, 2018 (de vuelta)
El camino, el camino, sin adelante ni atrás.
¿Qué hago?, iba a preguntar en un ataque de amnesia.
Cito de memoria, para guiarlos, a tí, a N si alguna vez lee esto, y a quienes dejé.
Sonó un timbre, qué extraño. Estaba sentado, levanté el aparato, era la Mal nombrada. Nunca antes la vi llorar. Ahora duerme. ¿Qué hago, sí?
-No estoy, no estoy.
El sujeto es nosotros, aunque hable a través mío.
Ana aparece aquí, como luego Malinka, pues forman parte de la vejez que recuerda y vive también gracias a ello. Ésa al mismo tiempo presente, absurda, se creería sino fuera porque es, ¿cierto Seño, la que jamás pierde el estilo?
Agosto 27, 2017
Usted, quien por segundo nombre lleva Chinita, pertenece al último viaje pues de eso se trataba, diré después: de que este hombre le sirviera para conocer al unx en el cual nos resolvemos todxs.
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Ana, Malinka-Sara, la Seño. Jamás cupieron los celos en mi Tic.
-¿Verdad, ama?
¡Zoc!
-Ya te pareces al abuelo.
¡Zoc!
-¡Cago en dios con los dos!
¿Por qué dejar a quien cumple mis sueños? Ahí el secreto que no importa al diario. ¿O sí? Tal vez todo empezó por Fez, o más bien por su suerte de continuidad en Santa Fé, Nuevo México.
Una mañana la Tic desapareció estando allí. Le conseguí una escuela que terminó con nuestra relación, bella y viciosa. Fueron a encontrarla desierto adentro, la mirada perdida en un ojo de agua. Se negaba a volver, aunque no tuviese lo que rondaba su cabeza: el mítico pueblo tras el cual un personaje cinematografrico escapó de sí mismoX. O así parecía, pues mucho después confesó: era Fez. Fez, a quince mil kilómetros y dos mares entremedio.
La película aquélla era su obsesión por ambos, ella y yo, como otra que transcuría en el Sahara donde un maravilloso jefe beduino raptaba a la protagonistaX, tal la Tic pensó le sucedería.
Caminar, era el propósito, sin dirección.
-Tú caminas siempre, ¿verdad, Cuac?, sin moverte -había prenguntado cuando vivíamos juntos.
Sin fecha
Pienso entonces en mí como otro condenado a quien por ventura dieron techo, trabajo y amor.
¿Cuánto pierdo la razón durante el proceso, soltando verdades que deliran? No te levantes, pienso, debes descansar, y no puedo quedarme en cama sin advertir antes al menos eso tan claro como los gritos del gato.
Olvido así principios que juré seguir, fumo en ayunas y tomo una foto para precisar mi deterioro.
En casa los espejos y la cámara son benévolos y haciendo trampas -posar, escoger el mejor resultado- tengo un retrato que me muestra en buenas condiciones, incluso guapo.
Meses después se produce el milagro: la foto que odio desde siempre trae a un simpático pequeño de tres años desdiciendo el protocolario acto familiar con un amoroso, inteligente gesto cuyo objetivo está fuera de cuadro: su valle, sus montañas, su joven, campesina hermana mayor.
Es él quien sostiene a este hombre consumiéndose mientras viaja.
Marzo 25, 2018
Casi enseguida se difunde esta noticia: "Hallan muerto a César Ulises Arellano, estudiante de la UdeG." Es uno de los cinco jovenes que desaparecieron recientemente en Guadalajara, tres de ellos interceptados por la policía cuando iban a filmar un documental. Con ellos se transparentan los alcances del fenómeno en esa ciudad: dieceiséis mil casos.
¿Se puede vivir así? El impreciso cincuenta y tantos por ciento que dan la espalda a AMLO, parecen decir Sí y todos los días corren al trabajo o lo realizan en casa y hacen otras muchas cosas que se dirían con sentido. ¿En verdad sirve a alguien ese monumental esfuerzo?
Junio 4, 2016
-0-
Marzo 26, 2018 (de vuelta)
No se trata de reconstuir la historia, ¿cierto, Belarmo?
-A estas alturas yo qué sé.
-Caminamos, porque lo hicimos siempre.
-Sí tú dices.
Muere por mí ese minerín revolucionario.
¡Zoc!
-Te escuché, cabrón: minerín.
-Espera. ¿Sientes?
La tierra tiembla, nosotros nos doblamos hacia las matas en que los frutos empiezan a crecer.
A un tiempo nuestros ojos se levantan con otros, callados, miles.
-Va de nuevo -pareciera que dice alguien.
Jamás vimos caballos así, por briosos, salvajes, podría pensarse, sin cinchas. Forman legión. Qué importa de dónde vienen y a donde se dirigen. Mañana pagaremos por ello. Traen un distinto profeta en andas, guerrero esta vez. Y antes llevaban ¿a quién?, ¿un rey o era mercader aquél?, ¿cuál de todos, si usan este camino para cuanta cruzada se les ocurre, siglo tras siglo?
-No simplifiques tanto, crío. Sino de nada nos va a servir.
-¿Nuestra aventura tiene servicio? Hubieras dicho, abuelo. Yo bien conchudo.
-¿Tendremos parientes por aquí?
-Si nadie en la familia salió antes de tu encrucijada.
-Pero llegaron.
-Siempre alguien aparece por primera vez, ¿verdad?
-Imagino.
-Ese Marco Polo era un imbécil, creyendo descubrir impensados países en los que milenios atrás sirvieron de cobijo a sus ancestros.
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-Siéntese -me dijo a media tarde la mujer de cincuenta y tantos años que abandonó su casa cuando aún no amanecía y que ahora se preparaba para preparar la cena a los nietos, pues no había madre ni padre velando por ellos y ella era viuda.
-No, gracias -contesté en el atiborrado vagón de Metro desde donde cubriría diecinueve estaciones, tras cuatro y catorce que sumé sobre las líneas previa.
-Siéntese, le digo -insistió cediéndome el lugar.
Luego conocí su vida y cuando bajó saqué mi cuaderno.
Así los días para este viejo que no procura el pan y cambia cada tercer día su ruta.
Esta vez el clip sirve también como imagen, cosa poco habitual entre nosotros. Aunque podría bastarnos con escuchar. Por flojo no encontré lo más adecuado: un gran concierto de Mozart en la Gewandhaus, sala ejemplo.
Empecemos por sus ausencias. ¿Cuántas butacas hay? Se necesitarían unos dos mil conciertos para que los 571 088 habitantes de Leipzig presenciaran esta representación. 7.300 millones hombres y mujeres tiene el mundo -ya sé, soy maniático con preposiciones y demás y no gano en ritmo, jeje-. Hagan cuentas.
SEGUIRA TAN PRONTO DEVORE LA TIC CENA VIRTUAL.
YA.
Entre los privilegiados tampoco faltan estamentos, sabían quienes diseñaron el lugar, cuyo primer
Hacia 1890. |
Calculen los recursos que para ella dejaron los siglos coloniales, aunque o justo porque Alemania tardaba en constituirse como Estado y sus barcos no visitaran el ultramar.
Que España, Portugal, Inglaterra, Francia, produjeran a Cortés, Cabral, Raleigh, Faidherbe y miles de Nostromos. La ciudad se concentraría en lo suyo.
AHORA LA CONTINUACIÓN SERÁ TRAS EL SUEÑO, QUE QUIÉN SABE CUÁNTO DECIDIRÁ ESTA NOTA.
Más fastuosos escenarios y geniales obras
29 de noviembre, 2017
Sumo al título original, La extraña guerra, uno que no corresponde, creo, pues el estado de excepción es eso, algo anormal, y aquí no tenemos nada tan constante como los asesinatos aleves, las masacres, desapariciones forzadas, feminicidios, secuestros mayormente para la trata de personas, extorsiones al empresario o la puestera y una violencia en términos laborales no menos brutal que el resto, represalias y suicidios incluidos.
En tierras de Brian O´Donnell, a quien conocen bien, nietos, dos siglos atrás suyo se conoció la siguiente historia:
Quien no me comprenda no comprenderá el rugido del tigre
Es mío
blanca*
¿En Extraña guerra, entonces, dejamos estos años de nuestra Red de agujeros llamada país?
Partí, como había prometido, y vivo temporalmente donde la muerte empieza. Sé ahora qué sienten los demás, sin faltar la Mal nombrada,
la hija adoptiva, L y muchas más, cuyos hogares están en el Oeste,
tierra fronteriza, ausente de leyes, que hace cuatro décadas era todavía
mi Santo Lugar.
Iba en los Pericos, como se les llamaba por sus
colores. Formaban parte de los camiones que zangoloteaban matando gente entre
la gran ciudad y los entornos devorados por el apuro de la industria.
De ida observaba cómo desaparecía el orden
y abundancia que presumía la capital en sus regiones bien publicitadas, para
saltando la sierra norte descubrir un segundo valle, semivacío, en caos,
despreciado, fuera de las fábricas que aventaban sus deshechos sin preocuparse
por los hombres y mujeres cuya presencia requerían en torno suyo.
Territorio
fertil, pues, para cuanto se quisiera luego, al llegar los Malditos
posmodernos. Ahora es el corazón mundial de las violaciones y asesinatos
de mujeres.
Hoy
aprobaron una ley para que esos últimos quince años palidezcan aquí y
allá por el momento necesario, al menos. Eché cuentas, nietos de toda
clase, y confío equivocarme. Según ellas tal vez caerán mayores pestes
en torno a mis hermanitas todo alrededor, por donde también tienen su
casa David, la Nirva, Mario, el Barri, la Seño, Sandra...
En consecuencia volveré a mi departamentito al fondo de la privada, para compartir desgracias. ¿Sí?
-Piénsalo un poco, yo. No le alcanzarás a tu abuelo para cumplir lo que le privaron y...
-A cambio, conozco bien aquellos lugares.
-Los conocías.
-Hay huellas imborrables allí, profundas y secretas.
-Si eres un pobre diablo. ¿Qué harías?
-Estoy en mi último viaje, ¿verdad? Al final aguarda...
-Melodramático.
-Habitamos también ¿Una novela? Ana regresaría.
Por supuesto, bromeo, con lo que no tendría qué.
En veintiún días A cumplirá diecisiete años de muerta. Estaba subiendo muy alto la sierra donde me encuentro. Fue un accidente. Detrás cruzaban militares entre alardeos.
Poco
antes y en cierta medida por casualidad, yo había escrito artículos
sobre el poblado relativamente próximo al cual estoy, donde un grupo
guerrilero en formación reunió a campesinos de la zona para explicarles
su propuesta.
Habían
platicado en la escuela que coronaba el lugar y dormían allí con
algunos fuerereños y una docena de fusiles viejos, cuando de madrugada los cercaron, quizá y ni más ni menos, mil soldados, entre ellos GAFEs, especialistas en contrainsurgencia recién entrenados.
Desde
luego los campesinos -hombres, mujeres y niños- no respondieron a los
disparos sueltos primero y a las ráfagas posteriores, para rendirse
apenas les fue posible.
Repelimos
un ataque, afirmarían después los uniformados para justificar once
muertos que dejaron, casi todos con tiros de gracia en la cancha de
basquetbol donde se les entregaron.
Por
cierto, otros o quizás esos mismos GAFEs -de Grupo Aeromóvil de Fuerzas
Especiales- en breve organizarían brazos ejecutores de cuando menos dos
grandes cárteles y luego una mafia aparte: los Zetas.
Recordaría
la historia tres años después, reconstruyendo con testimonios y guías
muy confiables, el infierno que vivían los habitantes de ambas zonas y
de otras en las montañas entreveradas sin pausa por kilómetros a
cientos.
Hace días me mandaron corregir La muerte tiene permiso, el cuento que representó a una corriente literaria trascendental en nuestras tierras posrevolucionarias. La
tenía para bien, como arma del pueblo. Luego volvería al servicio
exclusivo de los Malditos. Durante estos meses vengo rozándola acumulada
por cinco décadas, al escuchar a quienes padecieron o padecen ese
horror.
Escucho
nada más, a ratos sin ser el interlocutor directo, y aun así los
relatos saben distinto, como una fibra metálica en la sopa, que se
escupe para continuar el día como si nada y al dormir sigue ahí,
agriando la boca.
Excluidos
El quizás mayor experto mundial sobre la violencia asegura que vivimos una auténtica shoa, como llamaban los nazis a su "solución final". Los excluidos deben alcanzar entonces el setenta por cierto de la población*.
A cambio, quienes restan reciben privilegios extraordinarios, aprovechando la mayor revolución científico-tecnológica en nuestra historia.
El modelo se echó a andar hace cuarenta años y lo disfruta una mescolanza de ladrones, expertos y vivillos funcionales estilo influencers. Para estos últimos hay viviendas, viajes, comercios y servicios en general -hospitales, gyms y demás- con los cuales no soñaron siquiera las generaciones previas desde el inicio de la civilización. Véase sino Instagram y Tiktok, donde "nosotros el pueblo"* apenas puede creer que existan tales robots, aviones privados, bellezas femeninas y masculinas, conocimientos científicos, recursos financieros, etcétera.
Allí mismo, destinados y destinadas a desaparecer dan el tristísimo espectáculo de intentar imitarlos y tragan cuanta basura mediática les ofrecen, mientras otras y otras se esfuerzan en revelar verdades monstruosas.
-Me acuso -confiesa ante un jurado la responsable de seguros estadonunidenses -de callar hace treinta años, cuando era nadie, cómo vendíamos polizas que literalmente asesinaron a millones.
-Es secreto bien guardado -dice un prominente médico, paisano suyo -que la tercera causa de muerte es la negligencia hospitalaria.
-Sí, Trump me ordenó lanzar misiles a México, cuando hacía la desesperada campaña por reelegirse -sostiene el ex responsable del despacho correspondiente, ante congresistas que intentan disuadirlo en dar testimonio.
-Vean estas imágenes sobre Libia, Irak, Afganistán, Siria, Yemen... ¿Quieren pasárnoslas por ocurridas hoy en Ucrania? ¿Y las otras, donde cuerpos sin vida se mostraron el lunes pasado con rigor mortis en calles que no tienen rastros de sangre?
Ya ni referirnos a las insistentes pruebas sobre el apocalíptico cambio climático, negadas un día sí y otro también.
Quienes se resistieron a subir al carro en los años ochentas, noventas, dos mil, pagan a conciencia deslizándose al fondo.
Apocalipsis renacentista |
Apocalipsis now, robándole el título al famoso director |
El anillo
-En música la naturaleza es siempre Mi bemol -dice un tipo y no preguntaré nadie más sobre el Anillo de los Nibelungos, como llaman a la teatralogía toda, o sobre el propio Cantar. -Amor y poder, a eso se reduce la historia.
Vaya descubrimiento. ¿Qué triunfó en Wagner? Aquí su final, con el mismo título.
¿Y nosotros qué escogemos, nibelungos callejeros? ¿Se nos tomó en cuenta cuando decidieron por el oro del ring? ¿A quién le consultaron al menos que aquello valía vidas?
El Cantar se escribió ya muy avanzada la estratificación social. Para entonces los pueblos germanos llevaban muchos siglos rozándose con Roma, sabiendo de reyes, cortes y esas cosas.
Su héroe, Sigfrido, ejemplifica cuanto es detestable: "Cuatrocientos portaespadas debían recibir la investidura al mismo tiempo que el joven rey; muchas hermosas jóvenes trabajaban con afán, pues querían favorecerlos y engarzaban en oro gran cantidad de piedras preciosas. Querían bordar los vestidos de los jóvenes y valerosos héroes y no les faltaba que hacer...
"Muchos ricos de la clase media y muchos nobles caballeros fueron a la catedral: los prudentes ancianos hacían bien en dirigir a los jóvenes como en otro tiempo lo habían hecho con ellos; allí gozaron de placeres sin número y de no pocas diversiones...
"En el patio de Sigemundo el torneo era tan animado que las salas y el palacio entero retemblaban. Los guerreros de gran valentía hacían un ruido formidable (...) Sirviéronse con profusión ricos manjares y vinos exquisitos, con los que dieron al olvido sus fatigas...
"La fiesta se prolongó durante siete días: Sigelinda la rica, perpetuando antiguas costumbres, distribuyó oro rojo por amor de su hijo (...) Nadie se atrevió a insultarlo nunca y desde que tomó las armas apenas si se permitió reposo aquel ilustre héroe."
Poder, riqueza, muerte. Solo eso se loaba. Abajo, hambre pertinaz, absoluta indefensión ante los "caballerosos" saqueos, y trabajo y más trabajo, claro.
Los Malditos presentes continúan a Sigfrido. El Cantar se haría hoy narcocorrido, jeje.
Juro que no soy fundamentalista y respeto el Anillo y el Burgtheater, y al tipo de la tele por mí que le den un canal -el de La Mancha, por ejemplo (no se rían; alguien a quien conocí declaraba: En llegando la revolución desapareceremos los parques; menuda frivolidad representan).
Como sea, el motivo del Sigfrid no tenía rival en miras: quería a la morra más guapa de cien reinos. Ni palabra había cambiado con ella. ¿Su buenura lo impresionaba? Más bien, creo, que ninguna otra significara un premio semejante. Porque, aquí entre nos, sobre las facultades amatorias de él dicese nada. A Crimilda puede intuírsela en besos y sofocos. Eso y ya, pues los cantores no se aficionaban por tales temas. ¿Hay eyaculadores precoces en la Iliada, etcétera? ¿O registro de cuánto dura un ayuntamiento promedio entre familias reales? (¿Hamlet se masturbaba, por cierto?)
¿Al genio literario lo respeto y no a su materia? A través suyo habla una época y universales preocupaciones.
En realidad, el Cantar no inicia bien a bien hasta que aparecen los nibelungos. Entonces pasa de vulgar himno a padrotes medievales, a algo verdaderamente grande. ¿Sí?
Culminemos mi rastrero reduccionismo: qué de raro si Hitler adoraba a Wagner y al Cantar.
Lo estoy usando nada más, anónimo cantor altomedieval -¿o fueron muchos?; aprovecho para condolernos por la tardía versión que necesariamente llegó a nosotros (no hubo tal antes, se entiende, sino muchos cantos particulares), pues de fundar una lengua iba también el asunto (y una patria a la vez, y ahí está quizá lo grave en este no-enredo) ((oh, letra, muerta viviente, debieron inventar la grabadora y no la imprenta, dígome yo) (((y ya entrados digo Gracias, don Fernando de Rojas y anexas, por traer al pueblo pinolero a escena, y ustedes, Quevedo y Manco lepantoso, como no amarlos con su picaresca))) ((((¿la modernidad empieza en Shakespeare, seguro, Monsieur Víctor Hugo?)))) (((((como simpático, pásesenme los excesos; entrado a erudito, que a secas me lapiden).
No escribo esto por diversión, ¿saben, nietos? Buscaba material para El último viaje. ¿Lo obtuve? Desde luego debía proceder azarosamente, que es lo mío.
¿Aquí se acaba esto? Esperen tantito, ¿va?, cuando estamos a una semana de que marche, ¿cierto, Inesperada, viaje final 2?
Creyendo a Épica, Wagner escribió para todos. Es tan nuestro como de quienes produjeron enormísimos crímenes de lesa humanidad o los que los imitan hoy.
"No obstante, según siguió el rastro de la leyenda en las fuentes escandinavas –como los Edda o la Saga de los volsungos–, Wagner fue descubriendo un fascinante universo pagano en el cual la tragedia de Sigfrido podría adquirir una dimensión moral completamente distinta a la que habían tenido sus dramas cristianos. En estas otras fuentes -de carácter más arcaico que el poema alemán- la genealogía de Sigfrido le emparentaba con el dios supremo Wotan (Odín), mientras la reina Brunilda adquiría los atributos mágicos de las valquirias.
"Es entonces cuando Wagner decidió ampliar su proyecto inicial, anteponiendo primero un drama acerca de la juventud de Sigfrido y, poco después, añadiendo dos precuelas más que relatarían los orígenes míticos de la tragedia. El plan de El anillo del nibelungo, trazado en 1852 durante el exilio en Zúrich, constaría de un prólogo, El oro del Rin, y tres jornadas; La walkyria, Sigfrido y El ocaso de los dioses. La composición de la partitura se extendería durante 22 años, hasta finales de 1874...
"La comparación entre el Anillo y sus fuentes originales constituye por ello la manera más fiable y sencilla de internarse en el siempre resbaladizo ámbito de la hermenéutica wagneriana, pues los añadidos y alteraciones realizados por el compositor ofrecen las pistas más sólidas acerca de su pensamiento y sus intenciones.
"Dicho análisis comparativo revela de inmediato, por ejemplo, que mientras las dos últimas jornadas se atienen en sus hechos principales a las fuentes literarias medievales, el prólogo y la primera jornada están sometidos a un proceso de recomposición más intensivo e imaginativo. Pero también vemos que Wagner desarrolla un notable esfuerzo por trabar entre sí relaciones entre las esferas heroica y mitológica que, en las fuentes originales, están débilmente establecidas. Nos centraremos en dos de ellas: el Ragnarök y el despertar de Brunilda."
Poco te debemos, pues, Cantar contaminado por los grotescos salmos de caballería andante.
¿Tolkien nos dirá algo al respecto? Sí, en su obra más conocida y en La nueva balada de los Völsungos y La nueva balada de Gudrún, cuando menos.
Adolf, pasaste a chingar a tu padre y madre. No hay secular patria germana según te susurraron al oído, y aquellos fieros guerreros jamás habrían trabajado en tus campos de exterminio. Andas al fondo por la Divina Comedia, como los Reyes Católicos y otros contemporáneos y prolegómenos suyos: el Rey Arturo, los Templarios y esa retahila entera.
SIGUE
X Don Carlitos es Marx. 18 Brumario de Luis Bonaparte.
X La cruzada de los niños.
X La referencia a Víctor Hugo está ahí, en el Napoléon le Petit.
X Herbert le Porrier, El médico de Córdoba; Selomo Ibn Gabirol, Poesía secular, etc.
X Victor Serge, Memorias de un revolucionario.
X Eric Wolf, Europa y la gente sin historia.
X César Vallejo.
X La eternidad y un día, película de Theo Angelopulus.
X París, Tejas, de Win Wenders.
X Bajo el cielo protector, de Bernardo Bertolucci.
X Cuaderno de un retorno al país natal, Aimé Césaire