jueves, 9 de agosto de 2018

Ni el Che

Ni el Che. Por donde vaya siembro revoluciones.
Eso declaré ayer miércoles y como el lunes inicié la mundial -de revoluciones hablamos, recuerdo aunque Sr. Sujeto está aquí lueguito- no sé a qué me refiero. 
Momento privilegiado para este país: casi todo puede intentar transformarse. La excepción es una bicoca: el modelo económico.
Atisbo lo que sucede en torno a gobiernos municipales y estatales y al nacional, y hacía abajo palpo sin más.
Los Malditos made in Mex no solo robaron a manos llenas. Detrás suyo queda un reverendo desmadre. Increíble que sigan en pie las calles.
Aquí el riesgo por desastres naturales es altísimo y hace un año se materializo en sismos e inundaciones tras los cuales quedó claro: no existen sistemas de prevención, en absoluto o medianamente efectivos, exceptuando la reglamentación para construcciones en nuestra gran capital, incumplida miles de veces y que debe actualizarse. 
Entretanto el próximo gabinete de Obrador gira a la derecha y sus futuros congresistas y presidentes municipales son llamados al orden por temor a que hagan estropicio y medio.
SIGUE (SIEMPRE, JEJE)