En
voz de Ricardo III, Shakespeare cantaría a la ruína irlandesa y
torpemente sorprende a quienes lo estudían que respetara a Otelo,
gobernador de Chipre para Venecia en contienda con el imperio otomano.
Esa
isla sobre el Mar Nuestro, de la cuenca mediterránea toda, era por
fuerza un laboratorio humano desde los comienzos civilizatorios -allí, entre
nueve mil y diez mil quinientos años contando a partir de hoy. Hay una
relación para mí imprecisa, entre su primera cultura y, ah, caray con
los casualidades que no lo son en absoluto, la hoy Turquía. Luego se
establecieron colonias fenicias, griegas, egipcias, mesopotámicas. ¿Don
William se preocupó por tu historia genética, Otelo? Así te dibujaron
más tarde
¿Ven?, mal que bien, dar palos de ciego sirve.