martes, 12 de febrero de 2019

¿Dónde va qué?

Esperen un momento, E, S y asociadxs, y encontrarán la lista que sugiere el título.

Inteligente, mi cuerpo se echó a dormir sin pedirme permiso y revive al amanecer, para que el horario se vuelva de cabeza y mañana no falte al viaje -el cuerpo, yo, el amanecer, el horario.
Aprovecho entonces y pregunto ¿dónde va qué? a las notas que hice en los últimos días. Da igual, contestan, como si importara. ¿Nos referimos al orden, a ustedes o...? 
"Cuatro paredes sólidas", dice esta genial canción sin nexo aparente con nuestro tema.
Revolvamos, recomienda. Un hombre y su demanda -cumple la orden, justamente; sostén a los tuyos, existe, muere.
Cemento, varilla, cal, pienso volteando hacia mi casita. Tan firme. ...albañiles y peones desaparecían negándose según avanzaban remolones en un séptimo piso, se lee en Tiempo de caminar, entrega no recuerdo cúal. ¿Quiénes eran, en 1944 conforme a la placa sobre nuestra fachada? Bultos para el dueño, que me tiene sin cuidado.
Nabor y muchos otros empezaron así, antes de conocer las fábricas. En el Santo Lugar, nietos, había historia de los que llegaban y de quienes se iban, si bien éstos eran rarísimos. Ahora es De cómo los malditos pagan su culpa.
En fin, sirvió para la canción cuyos buenos motivos para venir se descubren pensando un poco, digo y me doy a nuestra tarea.
Apenas tenga tiempo aparecerá en tres cuadernos lo que alguna vez escribí sobre los Estados Unidos. Por eso esta nota se encuentra aquí y no en donde suelo y empezará así: 
Las historias que hay aquí encuentran a Tomas Jefferson, un padre de la independencia estadounidense, escribiendo: “tiemblo por mi nación cuando pienso que Dios es justiciero y que su justicia no puede dormir para siempre”.
Lo que este hombre observa es la obra del destino manifiesto sobre el cual se levanta su país, sustentado en el derecho de los “civilizados” a tomar y hacer de los “salvajes” cuanto quieran. Es un destino manifiesto que en 1846 da un salto, cuando los Estados Unidos invaden México e inauguran una política internacional cuyos discursos por la paz y la libertad son el mejor motivo para la violencia y el despojo.
No sé si Jefferson habría llegado a tanto. Dudo, entre otras cosas, por el ensayo sobre “Desobediencia civil” que su paisano Thoreau publicó respondiendo a la invasión. Esa pieza daría vuelta al mundo para servir, por ejemplo, a Ghandi.
El cómo hombres más o menos, o incluso muy,  justos avalan cualquier criminal desmesura, es tema de Demasiado humano empleando aquél texto en una segunda parte, y Para morir iguales tiene ya la tercera, Corpus Christi, Texas, que muestra el lado contrario.
Las viñetas recientes de La ilusión viaja en tranvía comienzan con Mi obra maestra y siguen cronológicamente. Desde la azotea, igual que siempre, resulta lo más delicado, y todo junto nos vale gorro, según dicen en nuestras tierras o quiza solo donde nosotros nacimos, gigante urbano adentro e imprecisos allendes, pues prensa, radio y televisión obraron a conciencia y vaya a saberse cuánto se contaminó el resto, oculto hacedor suyo, me refiero a esta capirucha, ¿topan? o a lo viejito ¿agarran la onda?: ¿no?; mejor.            

domingo, 10 de febrero de 2019

Buscando explicaciones

Tengo un único, complejo referente: el movimiento magisterial-popular. Hace dos semanas la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación) declaró, para reafirmar hoy: “La iniciativa de López Obrador representa avances significativos, pero no elimina la reforma educativa anterior”*. Los sectores radicales en ella, y no me refiero a organizaciones políticas que actúan dentro, hacen, pues, esfuerzos para conciliar. Quieren otra cosa y no hay condiciones, entienden. 
"Estamos hace dos semanas con un gobierno nuevo, que canalizó toda la inestabilidad que generaron los últimos gobiernos neoliberales en México, y aprovecha la inconformidad de la sociedad en diferentes temas, especialmente en el caso de la educación. López Obrador entiende que, si se sigue en la política educativa que intentó instrumentar Enrique Peña Nieto, el conflicto magisterial también seguirá."
Siempre simplón casi grito en las redes sociales: Recuerda la máxima cardenista, AMLO: sin movimiento social no se va a ningún lado. Me refiero a ese magisterio independiente y lo que presumo volverá a sumársele: resistencias sobre todo rurales en cuatro estados.
La clase obrera (industrial) no irá al paraíso, chillé también aludiendo a una vieja, gran película.
Contemplaba la huelga maquiladora de Matamoros, poco alentadora a mis ojos. Estos días
se produce otra quizá más significativa, en el corredor fabril del Bajío.
-0-
Pasan días, voy a lo que formalmente se llama estado de Guerrero y no
patria prometida y anexas, que está, sí, en el "Sur, geografía profunda".
Otra vez los árboles no hacen bosque para mí, tan mirando las
pequeñas cosas para después deducir. Pronto iré más Mesoamérica abajo sin que escuche sino rumores y entretanto olvido al resto del mundo. Por ello Belarmo, alias Abuelo, está enojado, creo, pues no se aparece.
Sigo confiando en que el movimiento social nos sacará adelante, aquí, México adentro. No permanece quieto, ni exterior ni interiomente, si bien tantea apenas al nouveau régime, como gusta llamarlo El historiador.
Fui a visitar a Lupita cuando guerrerensxs compañerxs suyos empujaban también, sin coordinarseles y superando conflictos internos locales, como creí no podrían, sé tras el reciente viaje.
En éste encontré muchas resistencias por aparte o confrontadas -¿cómo coincidirán, pongamos, el Alto Balsas defendiéndose de los proyectos mineros y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala regional, que a ratos silencia sus relaciones con la Siglo XXI, abiertamente enMorenececida?
Algo se confirma: el partido gobernante no será sino avaricia y disturbio. Inútil intentar cualquier cosa allí.
SIGUE